Europol cree que ETA pasa "una difícil situación" pero tiene un "importante potencial humano"
Un informe policial confirma que la acción policial ha debilitado a la organización terrorista y ha evitado "muchos ataques", pero ésta ha echado mano de "un amplio número de jóvenes" y de "militantes veteranos recuperados de Latinoamérica"
La organización terrorista ETA pasa "por una difícil situación". Tiene problemas para reorganizar su estructura después de las últimas operaciones policiales, pero dispone de "un importante potencial humano" merced al reclutamiento de "un amplio número de jóvenes" (en concreto, "ETA puede aún contar con el fondo constituido por los anarco-nacionalistas que tradicionalmente están implicados en la kale borroka) y a los "militantes veteranos recuperados de Latinoamérica". Así se afirma en un informe elaborado por Europol a partir de la información proporcionada por los países miembros de la Unión Europea y que se circunscribe al periodo entre octubre de 2003 y el mismo mes de 2004.
En esos meses el aparato militar de la organización —los comandos terroristas— quedó "fuertemente debilitado", del mismo modo que su red logística y sus unidades de información y suministro. Esta circunstancia fue fruto de las sucesivas detenciones de activistas y dirigentes, lo que a juicio de la Europol evitó "muchos ataques planeados por la organización", pero además ha hecho que la organización se plantee "proyecta la lucha armada hacia Francia".
"Aunque no está previsto que ocurra a corto plazo, a causa de las consecuencias negativas que tendría para el liderazgo de la organización en Francia, es algo que debe ser considerado", afirma el texto. Además, ETA también está extendiendo sus redes por Alemania, Italia, Portugal, Holanda y Bélgica, adonde "envía militantes para que establezcan una infraestructura encubierta bajo actividades legales", y por América Central.
Según Europol, la razón principal de la debilidad de ETA es la "muy estrecha cooperación entre España y Francia", lo que ha provocado "un notable descenso en el número de ataques cometidos por la organización en España, con las cifras más bajas desde 1973". En respuesta a la acción policial, "los líderes de la organización dieron más autonomía operativa a los comandos armados y eliminaron a los individuos que actuaban como enlaces, al considerar que una debilidad en los vínculos podría comprometer la seguridad de los comandos".
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