Un grupo de 'ultras' intenta agredir a Carrillo y causa destrozos en una librería de Madrid
Unas 50 personas han tirado octavillas firmadas por Falange en las que llamaban "asesino" a Carrillo, al que han intentado golpear
Un grupo formado por unos 50 ultraderechistas ha irrumpido este mediodía en una de las librerías de Crisol en Madrid agrediendo a varias personas, entre ellas al historiador Santos Juliá, al ex ministro socialista Claudio Aranzadi y a Andres Galdón, de la editorial Santillana. Los radicales también han intentado pegar a Santiago Carrillo, la persona contra la que iba dirigido su ataque. Los ultras, que han causado destrozos en la planta baja de la tienda, han intentado de esta manera boicotear una mesa de debate sobre el último libro de Santos Juliá, Historias de las dos Españas (Taurus). Tras 15 minutos de confusión, los autores de los disturbios han huido en varios coches poco antes de que llegara la policía.
Los sucesos han tenido lugar en la calle Juan Bravo, 38, en el barrio madrileño de Salamanca. En la librería de Crisol estaba convocada una tertulia sobre el último ensayo de Santos Juliá, en la que el historiador había invitado a Santiago Carrillo, de 90 años, y al escritor Javier Pradera a una mesa redonda moderada por la periodista María Antonia Iglesias, que también ha sido objeto de un intento de agresión.
Tras recibir al histórico dirigente comunista con gritos de "asesino, asesino", el grupo de neofascistas, compuesto inicialmente por unas doscientas personas congregadas frente a las puertas de la libería, ha intentado agredirle, lo que ha sido impedido por responsables y clientes del establecimiento, informa Elisa Silió.
Panfletos con "Carrillo, asesino"
Los ultras también han lanzado carne picada y varias octavillas con la foto de Carrillo con el texto "asesino, genocida, ni olvido ni perdón" firmado por la Falange. A quienes sí han logrado golpear con los palos de las banderas que portaban ha sido a Santos Juliá, al que le han causado una brecha en la frente, a Claudio Aranzadi y a Andrés Galdón, que han llegado poco después de Carrillo para asistir al acto. La ira de los ultraderechistas también se ha cebado con el mobiliario del local, que ha sufrido desperfectos en estanterías y y pilas de libros. Posteriormente, según ha informado la policia, han logrado darse a la fuga en varios vehículos que les estaban esperando en la calle, con lo que todo indica que se trataba de un acto organizado.
Las dos Españas
Tras la huida precipitada de los falangistas, el acto ha podido continuar sin más incidentes. Sólo al término de la tertulia, una mujer ha pedido la palabra para volver a increpar a Carrillo, momento en el que ha sido desalojada de la librería. El acto ha sido inaugurado por María Antonia Iglesias, que ha destacado el "enorme orgullo" de poder hablar sobre las dos Españas después de "un espectáculo tan lamentable y triste". El propio Carrillo ha comenzado su intervención manifestando su deseo de olvidar "lo que acaba de pasar aquí" y de hablar sobre el libro de Santos Juliá "como si no hubiera sucedido nada".
También ha pedido excusas a las personas que habían resultado agredidas por querer protegerle y ha lamentado que recibieran "unos gorrazos que iban dirigidos a mi". Por su parte, Santos Juliá ha agradecido la presencia y la ayuda del público y ha dicho que, a partir de hoy, se sentía unido mediante "un pacto" con los otros tres agredidos.
En su último trabajo, Santos Juliá hace un recorrido desde el siglo XIX al XX en el que analiza el papel que jugaron los intelectuales en la bipolarización de España. "Mi relato está hecho desde la dualidad, entre la idea central que todos defienden y el papel que juegan en torno a ella", afirmó en su día Santos Juliá de su ensayo, que lleva vendidos hasta el momento 12.000 ejemplares.
Repulsa y condena
El Gobierno, a través de la vicepresidenta primera María Teresa Fernández de la Vega, ha condenado la agresión. En conversación telefónica con Carrillo, De la Vega ha expresado en nombre del Ejecutivo su "absoluta repulsa y condena" por la agresión que ha sufrido él y otras personalidades a manos de "grupos minoritarios que enturbian la convivencia". La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha condenado también "rotundamente" el intento de agresión y ha asegurado que "no hay ninguna razón que justifique la violencia".
El secretario general de los socialistas madrileños, Rafael Simancas, ha denunciado el ataque de "un grupo de nostálgicos de la extrema derecha, que son muy pocos, pero activos" y ha lamentado que "a estas alturas del siglo XXI todavía tengamos que asistir a hechos tan deplorables de intolerancia irracional y de violencia tan tremendos".
El grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Madrid ha ido más allá y ha exigido al alcalde Alberto Ruiz-Gallardón la puesta en marcha de un plan integral contra la intolerancia. El regidor, de visita en Berlín para promocionar la candidatura olímpica, ha expresado su "más rotunda condena" por la "brutal agresión" y ha dicho que actos como este "en ningún caso pueden encontrar acomodo en Madrid".
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