Zapatero rechaza la pretensión de Ibarretxe de negociar su plan en paralelo al Congreso

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, ha buscado hoy sostén en la actitud proclive del Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero hacia la reforma del Estatuto en Cataluña para defender su plan soberanista. "Me pregunto, ¿por qué admitir la voluntad de la sociedad catalana y no de la sociedad vasca?", ha dicho Ibarretxe en la rueda de prensa posterior a su encuentro de hoy con el líder socialista; y se ha respondido: "Mientras yo sea lehendakari la voluntad de los vascos no será nunca sustituida por la voluntad del PP y del PSOE". Ibarretxe le ha pedido a Zapatero la apertura de un proceso negociador entre el Gobierno español y el vasco, paralelo a la tramitación de su propuesta soberanista en el Parlamento español, que el líder socialista ha rechazado.

Ibarretxe se ha reunido esta tarde con Zapatero durante casi cuatro horas para explicarle su plan soberanista, aprobado en la Cámara vasca el pasado 30 de diciembre. Fue precisamente después de su validación, alcanzada gracias al voto a favor de los diputados de la antigua Batasuna, cuando el presidente del Ejecutivo vasco solicitó a Zapatero la celebración de este encuentro. "Es la hora de negociar. He trasladado la petición formal del Gobierno vasco para más allá del camino del Parlamento abrir un proceso formal de negociaciones entre el Gobierno vasco y el español. Se me ha trasladado que no va a haber un proceso de negociación. Pido que se recapacite porque es fundamental. He trasladado que me parece muy importante abrirlo, recapacitar sobre el no, y que mantendremos la puerta absolutamente abierta desde un punto de vista público y privado", ha señalado el lehendakari.

Una maravillosa oportunidad

Para justificar la necesidad de negociar, o como ha dicho él, de aprovechar esta "maravillosa oportunidad para recuperar el tiempo perdido", Ibarretxe ha querido dejar clara que su propuesta soberanista no "es la del lehendakari o la del Gobierno vasco sino la de la mayoría absoluta de la sociedad vasca". "La pregunta clara que tenemos que contestar es si admitimos o no la voluntad mayoritaria de la sociedad vasca", ha dicho Ibarretxe; luego ha explicado que Zapatero "dijo en Cataluña que admitiría la voluntad de la sociedad catalana", y ha preguntado: "¿Por qué admitir la voluntad de la sociedad catalana y no de la sociedad vasca? ¿Por qué en unos sitios sí y en otros no?".

Ibarretxe ha dedicado gran parte de su intervención a dejar claro que su propuesta "no es un problema" sino "una maravillosa oportunidad para encontrar soluciones", "no es para romper sino para convivir". "Nos equivocaríamos gravemente desde un punto de vista político si trasladáramos esa idea. Es una oportunidad histórica para tratar de buscar un modelo de relación amable entre Euskadi y España, que lleva quebrado desde 1839". El lehendakari ha insistido en que no ha venido "a Madrid a dar un portazo" sino a "tender la mano y abrir puertas", "el único camino que nos puede llevar a alcanzar un modelo de relación amable entre Euskadi y España".

"Mientras yo sea 'lehendakari'..."

Por último, Ibarrexte ha querido mandar un mensaje a la sociedad vasca, con un claro tinte electoral: "Mientras yo sea lehendakari la voluntad de los vascos no será nunca sustituida por la voluntad del PP y del PSOE". La línea argumental del presidente del Gobierno vasco es la siguiente: "Soy el portavoz de la sociedad vasca", y la sociedad vasca cree que "el futuro de Euskadi debe decidirlo los vascos y las vascas". ¿Y qué quieren los vascos, según Ibarretxe? "Tenemos claro que más autogobierno significa más bienestar", ergo "queremos mas autogobierno no para enfrentarnos con Madrid sino para vivir mejor".

Así las cosas, Ibarretxe ha explicado: "Quiero que la sociedad vasca sepa que si la petición de negociación no es atendida y si es rechazada la decisión tomada por mayoría absoluta por el Parlamento vasco daré la palabra al pueblo y serán ellos quienes darán su opinión sobre la propuesta aprobada por el Parlamento vasco, de manera idéntica a la que se recoge en el proyecto de Estatuto catalán". Esa alusión a la convocatoria de un referendo sobre su plan soberanista ha recibido cumplida respuesta por parte de Zapatero, que le ha dejado claro que no permitirá que lo haga.