Del Olmo envía a prisión al sirio detenido en Irún por su implicación en el 11-M

El juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo ha ordenado hoy el ingreso en prisión incondicional del sirio Adman Waki, detenido el pasado miércoles en Irún (Guipúzcoa), por su presunta vinculación con algunos de los autores del 11-M, junto a su socio, el egipcio Ibrahim Kassen, quien sin embargo ha quedado en libertad. Waki ha prestado hoy declaración ante el magistrado.

Según han informado fuentes jurídicas, el interrogatorio a Waki se ha prolongado durante unas cuatro horas. El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 también ha tomado hoy declaración al egipcio Ahmed Ibrahim Kassem, quien junto con Waki regenta una carnicería árabe en la citada localidad guipuzcoana, y que ha quedado en libertad tras comparecer ante Del Olmo durante aproximadamente una hora. Waki y Kassem son los dos últimos detenidos en relación con los atentados del pasado 11 de marzo, que provocaron la muerta a 191 personas y heridas a unas 1.900.

Fuentes de la investigación han señalado que Waki se dedicaba a facilitar documentación falsa a integristas islámicos y a recaudar fondos para éstos, algunos de ellos condenados por terrorismo. Con este dinero pagaba la defensa de acusados por terrorismo, financiaba sus gastos mientras estaban en prisión y buscaba alojamiento a otros radicales.

61 detenidos, 20 en prisión

Su detención se produjo después de que la policía comprobara que había compartido un teléfono móvil con cinco de los siete terroristas que se suicidaron el pasado 3 de abril en Leganés, entre ellos Hamal Ahmidan, alias el Chino. La tarjeta SIM del móvil era de su propiedad y sus restos fueron encontrados entre los escombros del piso en el que se inmolaron, situado en la calle Carmen Martin Gaite.

Además, una factura de esa tarjeta SIM fue encontrada por la Policía durante el registro del domicilio madrileño de El Tunecino, situada en el número 40 de la calle Francisco Remiro, en Parque de las Avenidas. La relación entre ambos está también acreditada por la visita que Waki realizó en el verano de 2003 al Registro Central de Extranjeros, donde facilitó como dirección la citada vivienda de Francisco Remiro.

Con estos dos últimos detenidos son 61 las personas que han comparecido ante el juez por su presunta relación con la masacre de Madrid, de los que 20 han ingresado en prisión y otro, un menor, ha sido ya condenado por estos hechos.