Marín debuta como anfitrión en las IX Jornadas de Puertas Abiertas del Congreso

Joaquín del Barrio Gil es un jubilado madrileño que por quinto año consecutivo ha sido el primer ciudadano en pasar por la Puerta de los Leones del Congreso de los Diputados, dando por inauguradas las Jornadas de Puertas Abiertas, que durante los próximos dos días, coincidiendo con el aniversario del referéndum que ratificó hace 26 años la Constitución, permite a la ciudadanía visitar el máximo órgano de representación de la soberanía popular.

Barrio Gil llevaba esperando ante las puertas del Congreso desde de las tres y media de la madrugada, y muchas otras personas lo hicieron con la llegada de las primeras luces. A las diez de la mañana, Manuel Marín, presidente de la Cámara, se ha estrenado como anfitrión y como primer socialista que inaugura este popular evento, instaurado durante la presidencia de Federico Trillo (PP), y ha recibido a los ciudadanos en el interior de las dependencias del Congreso junto a los vicepresidentes y secretarios del órgano rector de la Cámara Baja, que permanecerá abierta de las diez a las siete de la tarde durante hoy y mañana.

Los visitantes acceden al Congreso por la calle Zorrilla y llegan hasta el patio principal, donde unas carpas instaladas les ofrecen la posibilidad de degustar una taza de caldo, café o chocolate. La Puerta de los Leones, que sólo se abre en grandes acontecimientos como la solemne sesión de apertura de las Cortes que tiene lugar cada legislatura, es el siguiente destino de los ciudadanos, desde donde pasan al interior del Palacio de la Carrera de San Jerónimo. El itinerario que comienza en el interior incluye el vestíbulo principal, el Salón de Pasos Perdidos, los Escritorios y el Hemiciclo, donde los visitantes pueden presenciar la emisión en directo de distintos programas de radio o sentarse en los escaños de los diputados y en el banco azul reservado a los miembros del Gobierno. Tras contemplar la galería de retratos de todos los presidentes del Congreso, los ciudadanos se trasladan al edificio de Ampliación, donde visitan la Sala Internacional, desde donde se emiten también varios espacios radiofónicos.

En el pasillo que conduce a la salida en la calle Cedaceros, los ciudadanos tienen la oportunidad de realizar una visita virtual a la Cámara Baja con los ordenadores que allí están instalados para tal fin. Los últimos minutos de su visita, pueden dedicarlos a contemplar, en el vestíbulo de salida, la exposición La Constitución en el Parlamento 1812-2004. Para poner fin al recorrido, como en otras ocasiones, se hace entrega a todos los visitantes de un pequeño obsequio.