Detenidas 13 personas por su relación con los integristas que planeaban volar la Audiencia

La Policía Nacional, por orden del juez Baltasar Garzón, ha detenido a 13 presuntos terroristas en varias provincias españolas por su supuesta relación con la célula islamista desarticulada la semana pasada, que planeaba volar la Audiencia Nacional con 500 kilos de explosivos, según han informado a este periódico fuentes de la investigación. La operación permanece abierta y, hasta el momento, han sido dos los detenidos en Madrid, dos en Cádiz y cuatro en Valencia, mientras que otros cinco ya se encontraban ingresados en diferentes centros penitenciarios. Son de nacionalidad o argelina o marroquí y sólo uno de ellos tiene antecendentes por terrorismo.

Los detenidos en Madrid son A.A., nacido en Marruecos, y A.O., nacido también en Marruecos. En Cádiz han sido arrestado A.B., nacido en Argelia y su compatriota N.B. En Valencia, cuatro argelinos, cuyas iniciales son H.K., D.M., A.C., S.Z. Los dos últimos han sido localizados en la localidad de Tabernes de Valldigna. Por otro lado, en el centro penitenciario de A Lama (Pontevedra) se ha detenido a K.S., nacido en Argelia, M.A., nacido en Marruecos, y A.S., nacido en Argelia. En la prisión de Nanclares de Oca (Álava), a M.Z., nacido en Marruecos; y en el de Puerto de Santa María (Cádiz), a K.F., nacido en Argelia.

Por el momento, sólo se conocen las identidades completas de los presos de Nanclares. Se trata de Mohamed Amin, que acumula numerosas detenciones por delitos comunes y que actúa como lugarteniente y hombre de confianza de Addila Mimon en A Lama. Aspri Smali, con múltiples antecendentes, la policía destaca que es "extremadamente agresivo y violento". También actúa bajo las directrices de Addila Mimon, que ingresó el mismo día que él (9 de julio de 2003) en A Lama, procedente de Topas, donde ya coincidió con otros miembros del grupo. Por su parte, Mustafá Zanibar, ingresó en la cárcel de A Lama el 11 de julio de 2003 procedente de Topas y destaca por la influencia que ejercía sobre el resto de presos musulmanes.

Garzón decreta prisión incomunicada

Zanibar cumple condena de 26 años por matar a otro musulmán en El Ejido (Almería) quemándolo y, debido a su incumplimiento de las normas penitenciarias, se le trasladó el pasado día 22 a Nanclares. Khalid Farid acaba de ser trasladado a Cádiz por su "especial conflictividad". Los agentes han realizado diversos registros y a todos los detenidos se les ha intervenido abundante documentación, correspondencia y cassettes y cintas de vídeo en árabe, que está siendo analizada en estos momentos. Los detenidos pasarán a disposición judicial. El titular del Juzgado de Instrucción nº 5 de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, ha decretado la incomunicación de todos ellos.

Las detenciones se han producido en el marco de la operación Nova II, continuación de la que sirvió para desarticular la célula islamista entre el lunes 18 y el martes 19. Esos días, la policía arrestó a un total de 18 personas, dentro y fuera de las cárceles, por su presunta integración en la célula dirigida por Mohamed Achraf, que tenía dos suicidas listos para hacer estallar un camión con al menos 500 kilos de explosivos contra la sede de la Audiencia Nacional en Madrid, según consta en el auto de prisión dictado por Garzón el 23 de octubre. En dicho auto, el juez decretó prisión para 17 de los 18 detenidos y prorrogó la situación de detención judicial para el otro detenido. Ayer, miércoles, éste pasó a estar en la misma situación que el resto.

Achraf, en el momento en el que se produjo la primera fase de la operación, ya llevaba varios días detenido en Suiza, a quien España ha solicitado su extradición, al infringir las normas de extranjería locales. Ocho de las detenciones tuvieron lugar en diferentes puntos de España (Pamplona, Gandía, diferentes puntos de Almería, Málaga y Madrid) y el resto se produjo en el interior de las cárceles. El grupo desarticulado, denominado Mártires para Marruecos, se creó en el penal de Topas (Salamanca) entre los años 2001 y 2002. A pesar de que los internos integristas fueron dispersados paulatinamente, mantuvieron el contacto, tanto entre los que estaban en prisión como de éstos con personas en libertad. Se trata de un grupo radical de ideología salafista que defiende la yihad contra Occidente.