Una tumba sin nombre lejos del mar

Fueron portada en todos los periódicos un día, el único en el que su búsqueda desesperada de una vida mejor mereció la atención de los medios de comunicación, el día en el que ese ansia acabó con su vida. 37 inmigrantes indocumentados murieron ahogados el 25 de octubre de 2003 frente a la base militar de Rota (Cádiz) al naufragar la embarcación en la que trataban de llegar a España. Un año después nadie ha reclamado los cuerpos de 13 de ellos. Los cadáveres sin nombre, sin identidad, sin pasado, de 12 de esos inmigrantes han sido enterrados hoy en el cementerio de Los Barrios (Cádiz), bajo una lápida con la leyenda Naufragio de Rota. 25-10-2003. Rota 05.

Un año han pasado en el tanatorio de la localidad gaditana, a la espera de que alguien reclamase los cuerpos y llorara su tragedia. El Ayuntamiento se ha visto en la obligación de darles sepultura después de que la titular del Juzgado de Instrucción número uno de Rota, Irene Partida, se lo notificara en un oficio enviado en agosto. La juez, que instruye la causa del naufragio, instaba al Ayuntamiento —copropietario del tanatorio— a enterrar o incinerar los cuerpos, una vez cumplido el periodo establecido por la ley española para que sus familias reclamaran los restos.

El Ayuntamiento recurrió la orden a hace quince días al considerar que se veía involucrado de forma "circunstancial" en este episodio, siendo lo normal, según el abogado municipal, Manuel Agüeras, que el entierro se realizara donde se llevó a cabo el levantamiento de cadáveres y donde se instruyen las diligencias, es decir, en Rota.

En cualquier caso, el entierro se ha celebrado hoy en Los Barrios y bajo la dirección del imán de la mezquita de Algeciras (Cádiz). El oficio se ha realizado por el rito musulmán, con rezos del Corán y en dirección a La Meca, como muestra del "máximo respeto a ellos y su cultura, ya que no están sus familiares". "Al menos queríamos que su entierro fuera según su tradición", ha añadido el alcalde de la localidad, el socialista Alonso Rojas.

De los 37 cuerpos sin vida se han repatriado 24, los que han podido ser identificados. El proceso sigue abierto, pese al entierro de estas doce personas: queda un cadáver sin nombre, testigo de un sueño desesperado que acabó aquella noche de hace un año a escasos metros de la costa gaditana.