La Inspección Fiscal no sancionará a Fungairiño por sus palabras en la comisión del 11-M

El servicio de Inspección de la Fiscalía General del Estado ha archivado una queja presentada por una asociación gallega de defensa de los derechos civiles contra el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, por su comparencia en la comisión del 11-M. El Movemento polos Dereitos Civis presentó una queja ante la Fiscalía al entender que Fungairiño mintió a la comisión o actuó con negligencia al decir que no sabía nada de la furgoneta encontrada en Alcalá de Henares el día de los atentados y que contenía detonadores y una cinta con versículos del Corán.

La decisión del Servicio de Inspección, cuya resolución es independiente de la que dé en su día el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, a los grupos parlamentarios de ERC, PNV, IU-ICV y Mixto, que se quejaron también de esas afirmaciones denunciando "actitud obstruccionista y disciplente" por parte de Fungairiño. Conde-Pumpido se ha comprometido con estos grupos a estudiar "con la máxima atención" la comparecencia de Fungairiño, para después adoptar las decisiones que estime oportunas. Hasta el momento, ha enviado a Fungairiño el texto de esta queja y espera el informe del fiscal jefe para pronunciarse, cosa que ocurrirá en septiembre.

En la resolución de hoy, que puede ser recurrida ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia, el Servicio de Inspección de la Fiscalía entiende que Fungairiño "no estaba diciendo la verdad sobre la fecha" en la que conoció el hallazgo de la furgoneta y, "aunque tal hecho pudiera ser intrínsecamente merecedor de reproche" ello no significa que ocultara a la comisión una información "que aquélla tenía derecho de conocer y el compareciente la obligación de dar". Por ello, entiende que la actitud de Fungairiño "no alcanza magnitud suficiente para acarrear consecuencias de orden disciplinario".

Esto es así, porque, según indica la asociación gallega en su propia queja, Fungairiño hizo en su momento otras manifestaciones en las que dijo que haber recibido información puntual de la instrucción de la causa desde el día de su apertura y que el 18 de junio había pedido la desclasificación de una serie de actuaciones sumariales. Por tanto, la Inspección considera que Fungairiño conocía "necesariamente la existencia de aquella furgoneta" y por tanto "la respuesta solicitada ya se encontraba implícita en sus anteriores manifestaciones". Por ello, cree que el reproche a Fungairiño "sólo puede vincularse a la ironía implícita en la respuesta a una pregunta, no sólo ya contestada por el compareciente, sino de dominio público, a través de los medios de comunicación, desde el mismo momento del hallazgo de la furgoneta en cuestión".

En resumen, al contestar que no sabía nada, Fungairiño hizo uso de la ironía, ya que se trataba de un hecho que había demostrado que conocía y que era del dominio público. Ello implica un "comportamiento, que siendo en todo caso censurable desde el punto de vista de la necesaria cortesía institucional, no alcanza magnitud suficiente para acarrear consecuencias en el orden disciplinario".