López de Bergara, supuesto jefe de captación de la banda
El arrestado fue absuelto de pertenencia a banda armada en 1999
Ignacio López de Bergara Astola, Ives, está considerado el jefe del aparato de captación de ETA y del subarapato Arrera, uno de los más relevantes del aparato militar de la banda antiterrorista cuya función es dar cobertura en Francia a los etarras huidos.
López de Bergara se encontraba huido desde el verano de 2001 cuando integraba la estructura de la banda terrorista en Álava, la cual quedó desmantelada a raíz de la caída del comando Gorbea en Barcelona en agosto de ese año, según informaron fuentes del Ministerio del Interior francés.
El supuesto jefe de captación de la banda terrorista fue detenido en Francia en 1993, donde cumplió una condena de 6 años. Tres años antes, el 18 de septiembre de 1990 iba a ser juzgado en la Audiencia Nacional, pero la vista oral quedó suspendida indefinidamente al no comparecer el procesado, que se encontraba en libertad provisional.
Expulsado de Francia
El 10 de octubre de 1998 fue detenido en el paso fronterizo de La Jonquera por la Policía Nacional, tras ser expulsado de Francia, donde cumplió una pena de seis años. La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional le absolvió el 22 de marzo de 1999 de los delitos de pertenencia a banda armada y terrorismo de los que estaba acusado, al aplicar el principio in ddubio pro reo, consistente en que, en caso de que la prueba de cargo sea insuficiente, para formar una convicción sobre los hechos, debe aceptarse la versión más favorable al acusado.
La sentencia, a pesar de que reconocía la vinculación de López de Bergara con ETA -puesto que huyó a Francia cuando se inició el procedimiento judicial y allí fue condenado por asociación de malhechores y uso de documentos falsos-también afirma que hay dudas razonables de que cuando facilitó su coche para cometer un atentado conociese para qué se iba a utilizar.
Los hechos probados que recoge la sentencia reflejan que el 31 de mayo de 1985 dos miembros de ETA colocaron un artefacto explosivo en un concesionario de vehículos Renault de Igorre (Vizcaya). Después, huyeron en el coche de López de Bergara hasta Otxandio, donde la Ertzaintza empezó a perseguirles, pero consiguieron huir.
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