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LA POSGUERRA DE IRAK | El papel de España

Regresan a casa 175 militares españoles tras pasar cuatro meses en Diwaniya

El avión ha aterrizado pasadas las siete de la mañana en la Base Aérea de Zaragoza

Padres, hijos, cónyuges y novios que esperaban a pie de pista en Zaragoza desde las cinco de la mañana a los 175 militares españoles que han pasado cuatro meses en Diwaniya (Irak) han podido finalmente abrazar a sus familiares pasadas las 7.00. Los soldados han explicado al llegar que no han pasado miedo ni han temido por sus vidas durante esta misión que, sin embargo, han coincidido en calificar de "dura".

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Las condiciones climáticas, la dificultad en el acceso a la tecnología y a la comunicación en el primer mes de su estancia en el país asiático y la separación de sus familias son las principales dificultades que han tenido que pasar estos 175 militares, que han estado integrados en el Elemento de Apoyo Logístico Nacional (INSE I) dentro de la Brigada multinacional Plus Ultra.

El teniente coronel José Antonio Bellostas, jefe del INSE I, ha dicho que han sido cuatro meses de trabajo "muy duro" para sostener al contingente español, ya que estas tropas españolas están encargadas de labores de abastecimiento, transporte, despliegue y asistencia sanitaria a la Brigada multinacional Plus Ultra, aunque ha insistido en que todo se ha hecho "con rapidez y eficacia".

68 grados en verano

La climatología extrema, con temperaturas en verano de hasta 68 grados y de más de 40 por las noches, hicieron especialmente difícil la tarea, porque "repercutía en el descanso y en la capacidad de resistencia personal". Otra de las dificultades que ha apuntado Bellostas, han sido las condiciones de seguridad y las medidas que ha sido necesario tomar para evitar riesgos "y cualquier acción hostil", que han dado buen resultado porque, ha agregado, "de hecho volvemos todos".

En cuanto al recibimiento por parte de la población, Bellostas ha dicho que los iraquíes, al principio, se mostraron sorprendidos al ver a las tropas españolas "porque estaban acostumbrados a las estadounidenses, que tienen otra forma de hacer y son de otra manera". Al final, ha insistido, se han mostrado "especialmente receptivos" con los españoles, a quienes "reconocen y agradecen su trabajo".

Niños descalzos

El capitán Fernando Baraza ha destacado, por su parte, que el país "está machacado", mientras que el teniente Serrano ha recordado que la imagen que se le ha quedado grabada en la retina ha sido la de "los niños de 2 y 3 años corriendo descalzos por el asfalto y el cemento a 60 grados", aunque también le ha "impactado" cómo se trata a las mujeres. Serrano ha asegurado que aunque la misión era "arriesgada", no se hablaba de ello, ni siquiera cuando se produjo la acción que acabó con la vida de siete agentes de inteligencia del Ejército español, porque "cuando uno piensa en eso se hunde psíquicamente".

En el avión civil que llegó hoy a Zaragoza han viajado más de un centenar de soldados de la Agrupación de Apoyo Logístico (AALOG 41) y del Regimiento de Pontoneros, ambos con sede en Zaragoza, militares sanitarios -principalmente de Sevilla y Valencia- y miembros del III Tercio de la Legión de Almería, de la Brigada Ligera Aerotransportable (Brilat) y del cuerpo de Zapadores -la mayor parte destinados en Galicia-.

La soldado Elena Goser recibe un beso de su padre a su llegada a la Base Aérea de Zaragoza.
La soldado Elena Goser recibe un beso de su padre a su llegada a la Base Aérea de Zaragoza.EFE
Un grupo de soldados saluda a sus familiares nada más aterrizar en la Base Aérea.
Un grupo de soldados saluda a sus familiares nada más aterrizar en la Base Aérea.EFE

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