La policía detiene al 'asesino de la catana' horas después de su fuga durante una excursión
El joven estaba internado en un centro de menores de Murcia tras ser condenado por matar a sus padres y su hermana
La policía ha detenido esta tarde al joven de Murcia que asesinó a sus padres y a una de sus hermanas en 2000 con una espada, apenas tres horas después de que se fugara durante una visita organizada en el centro en el que se encontraba internado. El joven, conocido popularmente como el asesino de la catana, ha sido capturado cuando caminaba por un arcén de la autovía A7 en dirección a Murcia, según ha informado el alcalde de Elche, Diego Maciá.
José Rabadán Pardo, de 20 años, logró escapar en el transcurso de una excursión que contaba con permiso judicial. El centro de menores de Las Moreras, en el que se encontraba internado, había planeado una visita a Elche tutelada por tres monitores y sin vigilancia policial como parte del trabajo de reeducación, y para que el joven y otros cinco compañeros disfrutaran de un día de descanso en el Huerto del Cura. Tras conocerse la fuga, el ministro de Interior, Ángel Acebes, ha salido a la palestra pública para dejar claro que la evasión se produjo "en el ámbito de los educadores", recalcando además que el joven no era vigilado en ese momento por ningún miembro de las fuerzas de seguridad del Estado.
Intento de robo
El joven ya había realizado otras excursiones permitidas por el juez, pero en esta ocasión anunció a sus compañeros que pensaba escapar tras hacer una llamada telefónica en una instalación de recreativos. La policía puso en marcha un dispositivo especial de búsqueda para localizar al joven, que, vestido con una camiseta de color gris y un pantalón deportivo azul, se había fugado cuando visitaba con el grupo un punto de información del Ayuntamiento de Elche. Rabadán no ha ofrecido resistencia a la patrulla de paisano que le ha detenido; antes, según ha informado la Cadena Ser, trató de robar a una mujer amenazando con matarla, pero no lo logró al huir la víctima sin hacerle caso.
Rabadán tenía 16 años cuando acabó con la vida de sus padres y su hermana (de 11 años y con síndrome de Down) el 1 de abril de 2000. El chico planeó el asesinato con semanas de anticipación, y lo llevó a cabo de madrugada (según dijo, para ver mejor los cuerpos) con una espada japonesa (la catana que propició su mote) de 71 centímetros de longitud de hoja y 2,5 centímetros de anchura que le había regalado su padre.
Para conocer a una chica
En las horas previas al asesinato, el joven actuó con total frialdad. Cenó solo en su habitación, se duchó y aguardó a que llegara la luz de la madrugada conectado a Internet. Cuando fue detenido explicó el motivo que le había llevado a cometer el asesinato: quería conocer a una joven de Barcelona con la que había establecido amistad a través de la Red, y como no deseaba que sus padres salieran en su búsqueda cuando marchara, decidió acabar de raíz con esta posibilidad. A su hermana la mató "para que no sufriera".
Rabadán fue condenado el 1 de junio de 2001 a pasar 12 años (cuatro por cada asesinato) internado en un centro terapéutico donde debía someterse a un programa de reeducación. Sin embargo, la Ley del Menor obligó a reducir a ocho los años de internamiento, más dos de libertad vigilada. Hasta el momento el joven había tenido una conducta "fría" pero intachable en el centro, por lo que todos los informes pedidos fueron favorables a su participación en excursiones. La de hoy, que formaba parte de un curso de jardinería, era "una salida terapéutica" más. Sin embargo, su intento de fuga puede ser interpretado como un delito de quebrantamiento de condena, castigado en el Código Penal con una pena de hasta un año de prisión, que el joven debería cumplir tras su actual sentencia en una cárcel normal, puesto que ya es mayor de edad.
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