Un tatuaje interesa más que un triunfo de Kournikova
La tenista rusa consigue ganar en el Open de Autralia pero la noticia es un tatuaje en su espalda
Anna Kournikova ha ganado hoy su primer partido de un Grand Slam en dos años durante su participación en el Open de Australia. Sin embargo, este triunfo no ha sido la noticia relacionada con la tenista que ha interesado a nuestros antípodas. El interés se ha centrado en un tatuaje que se vislumbra bajo la corta faldita de la rusa.
Kournikova ha vencido a la tenista eslovaca Henrieta Nagyova por 6-1, 6-2 y pasa a la segunda vuelta del torneo australiano. Pero a pesar del logro de esta tenista, que causa revuelo a su paso aunque nunca gane torneos, lo que más ha interesado a los aficionados al tenis no ha sido su juego sino el final de su espalda. De hecho, en el país anfitrión de este torneo se ha abierto un debate sobre la existencia o no de un tatuaje bajo la cinturilla de su falda.
Los fotógrafos han captado imágenes de la tenista en las que muestra un esparadrapo que asoma sobre su falda y le han preguntado si esconde un tatuaje, a lo que ella ha insistido en que no existe ningún tatuaje y lo que lleva es un parche de calor para aliviar unos dolores de espalda que padece desde hace años. "Mi falda es un poco más corta este año, por eso se puede ver", ha explicado la rubia tenista.
La carrera de Kournikova comenzó en 1997 cuando fue semi finalista en Wimbledon y después ganó dos torneos de Grand Slam jugando dobles, aunque se ha hecho famosa, entre otras cosas, por no ganar un solo título individual en los casi ocho años de su carrera profesional.
De todos modos, hoy ha demostrado su pedigrí durante su juego contra Slovak en el Margaret Court Arena.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.