Centenares de personas despiden en Madrid al guardia civil asesinado ayer por ETA
Los restos mortales de Antonio Molina han recibido sepultura en Melilla
El funeral por el guardia civil Antonio Molina, asesinado ayer por ETA, ha comenzado a las 11.30 horas y se ha oficiado en la más estricta intimidad por expreso deseo de la familia en la iglesia de la Santísima Trinidad de la localidad madrileña de Collado-Villalba. Un grupo de guardias civiles ha trasladado sus restos mortales desde el cuartel del instituto armando en Las Rozas, donde vivía el agente y donde a primera hora de la mañana quedaba instalada la capilla ardiente. Centenares de ciudadanos y numerosas personalidades han acudido al lugar para dar el pésame a la familia, amigos y compañeros de Molina Martín.
Entre los numerosos mandos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y compañeros del agente asesinado, representantes de fuerzas políticas e instituciones que se han acercado hasta la capilla, repleta de coronas de flores y de telegramas de pésame, se encuentran el ministro de Defensa, Federico Trillo, el presidente de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, los directores de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso, y de la Policía, Díaz de Mera, y el ex presidente Adolfo Suárez.
Uno de los momentos más emotivos se ha vivido sobre las 10.30 horas, cuando el ministro del Interior, Ángel Acebes, ha impuesto al agente la medalla de oro al mérito de la Guardia Civil a título póstumo. Antonio Molina Martín, de 27 años, natural de Melilla, casado y padre de una niña, llevaba cinco años destacado en Collado Villalba, muy cerca del lugar donde ayer fue tiroteado por un comando de la organización terrorista, que viajaba en un coche cargado de explosivos por la N-VI dirección Madrid.
Poco antes de las 11.00 horas, sus restos mortales han sido conducidos a la iglesia de la Santísima Trinidad.
Tras el funeral, el féretro con los restos mortales del guardia civil ha llegado a Melilla, su ciudad natal, en un avión militar procedente del aeropuerto de Getafe (Madrid), en el que también han viajado sus padres y sus cuatro hermanos, y el ministro del Interior, Angel Acebes.
El avión ha sido recibido por los mandos de la guardia civil, el cuerpo nacional de policía y la Comandancia General de Melilla, así como por numerosos familiares del agente asesinado.
Inmediatamente después han sido trasladados a la capilla ardiente instalada en las dependencias de la casa cuartel de la Guardia Civil de Melilla, donde ha acudido también el ministro de Interior, Angel Acebes, para participar en la misa que ha oficiado el obispo de Málaga y Melilla, Antonio Dorado Soto, y en el entierro, en el cementerio de la Purísima Concepción.
Luto y protestas
Mientras tanto, los actos de repulsa de multiplican. El Gobierno de Melilla ha decretado dos días de luto oficial, mientras que las banderas ondean hoy a media asta también en la Comunidad de Madrid, en señal de duelo. Por su parte, el consistorio de Collado Villalba ha acordado en un pleno extraordinario nombrar "hijo predilecto de la localidad" y dedicar una calle al agente. Además, a mediodía miles de personas han guardado cinco minutos de silencio en los ayuntamientos de toda España, convocados por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
El Congreso y el Senado han interrumpido sus actividades para sumarse a estos cinco minutos de silencio, que han guardado ante la Puerta de los Leones en memoria del guardia civil. Y el lehendakari, Juan José Ibarretxe, ha cancelado el viaje a Córdoba para asistir a mediodía a la concentración frente a la sede del Gobierno vasco en Vitoria. El movimiento contra la Intolerancia y el Foro de Ermua han convocado concentraciones simultáneas en Madrid y en las tres capitales vascas para las 20.00 horas, movilizaciones de protestas a las que se sumarán otras de instituciones de toda España.
203 guardias civiles asesinados
Antonio Molina ha logrado evitar una masacre en Madrid, pero lo ha pagado con su vida. El agente es la quinta víctima mortal de ETA de este año, en el que la banda terrorista ha perpetrado 27 atentados, y es el duodécimo guardia civil que muere como consecuencia de un tiroteo entre etarras y miembros del Instituto armado. En total, 203 miembros de la Guardia Civil han muerto a manos de ETA.
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