España celebra de luto el Día de la Constitución por el desastre del 'Prestige'
Pese a la presencia de Zapatero y Aznar en el Congreso, no se ha producido la reunión entre ambos sobre la catástrofe de Galicis
Con la mirada puesta en Galicia y sin grandes alharacas, el país celebra hoy el XXIV aniversario de la Constitución. Tras un breve acto de homenaje a la bandera en la madrileña plaza de Colón, los presidentes del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, y el Senado, Juan José Lucas, han presidido la tradicional recepción en el hemiciclo, donde no se ha producido el esperado encuentro entre José María Aznar y el líder de la oposición, José Luis Rodríguez Zapatero.
Los diputados, a petición del PSOE, han suprimido el posterior cóctel en solidaridad con Galicia, afectada por la catástrofe del petrolero Prestige. Precisamente éste ha sido el tema estrella en los pasillos del Congreso, donde esperaba el posible encuentro entre el presidente del Gobierno, José María Aznar, y el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, que finalmente no se ha producido, que se han achacado mutuamente la responsabilidad.
Aznar ha declarado que al líder socialista no debe interesarle ningún contacto con él para analizar la situación del vertido porque ésta ha mejorado y los socialistas sólo desean un "ejercicio demagógico de la catástrofe". Mientras, Zapatero ha dicho que sigue "esperando" al presidente para hablar del Prestige, no por él, sino porque en estos momentos es importante que haya un "espíritu de cooperación" y escuche todas las ideas "en directo".
Solidaridad con Galicia
Por otro lado, el acto conmemorativo del XXIV aniversario de la Constitución, ha estado muy marcado por la catástrofe del Prestige y las llamadas a la solidaridad con Galicia. La presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, ha querido subrayar de entre los valores que consagra la Constitución la "solidaridad y unidad" para resolver desafíos como las graves secuelas del naufragio del petrolero.
Rudi y el presidente del Senado, Juan José Lucas, han recibido a los invitados a la entrada del Palacio del Congreso entre los que, además de Aznar y Zapatero, estaban cinco miembros del Ejecutivo (Angel Acebes, José María Michavila, Federico Trillo, Javier Arenas y Cristóbal Montoro), junto con el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, y parlamentarios de las principales fuerzas políticas y de las altas instituciones del Estado.
El acto en el Congreso se ha celebrado después de una breve ceremonia de homenaje a la bandera en la plaza de Colón, ante la polémica y gigantesca bandera de España que el Gobierno y el Ayuntamiento de Madrid colocaron en dicha plaza en el mes de octubre. Es la primera ocasión en la que el homenaje a la bandera se desarrolla bajo la nueva fórmula que el Gobierno acordó con el PSOE y el Ayuntamiento de Madrid el pasado 26 de noviembre, después de la controversia suscitada por el acto inaugural que tuvo lugar el 2 de octubre, y que, en principio, se iba a repetir el último miércoles de cada mes.
'Maratón constitucional'
La presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, inauguró a las 11.00 horas de ayer en Madrid la lectura ininterrumpida de la Constitución, un homenaje a la Carta Magna que se ha prolongado durante 24 horas con la participación de numerosas personalidades.
Los organizadores del acto -Fundación Independiente, la Fundación Telefónica, la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales y la Federación de Asociaciones de la Prensa de España- calculan que han intervenido unas 400 en la lectura, que se ha repetido unas 13 veces. A las 11.00 de hoy, ha terminado el maratón constitucional.
Serrat canta a la Constitución
El más emotivo de los actos celebrados ayer en honor a la Constitución tuvo lugar en Madrid, donde el cantautor Joan Manuel Serrat dio un pequeño recital en la sede del Ejecutivo autonómico en el que recordó a los que lucharon "por una Costitución para todos".
Después de cantar una canción de cuna en castellano y catalán y Mediterráneo, el noi de Poble Sec dedicó la canción Pare (Padre) a todos los gallegos que sufren la marea negra del Prestige, que ha dejado un rastro de "rabia", "vergüenza" e "impotencia". Con Para la libertad, Serrat cerró el concierto que fue calurosamente acogido por unos 500 invitados al acto, organizado por el presidente, Alberto Ruiz-Gallardón.
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