Desmantelada la mayor red de piratería de televisión por cable

La Guardia Civil ha desmantelado la mayor red de piratería de televisión por cable en una operación desarrollada en Madrid, Valencia, Alicante, Cádiz y Segovia, en la que han sido detenidas seis personas e intervenidos más de 500 dispositivos electrónicos piratas.

Según ha informado esta mañana el instituto armado, se estima que esta organización podría haber introducido en España más de 30.000 de estos dispositivos, lo que habría generado a la empresa ONO un fraude superior a los 60 millones de euros. Con esta operación, denominada Cubo, se ha desmantelado esta importante red que se dedicaba concretamente a la importación, distribución y venta de dispositivos electrónicos piratas para descodificar la señal de televisión por cable ONO.

Los seis detenidos, cuyas edades oscilan entre los 20 y 34 años, están acusados de delitos de estafa, contra la propiedad intelectual y descubrimiento y revelación de secretos. Además de la intervención de los 500 dispositivos preparados para su distribución, la Guardia Civil se ha incautado de multitud de chips programados para vulnerar la seguridad de los decodificadores, una importante cantidad de dinero en metálico y numerosa documentación.

Cable gratis

La operación se inició a mediados de año a raíz de las denuncias presentadas por la empresa ONO sobre la comercialización a través de Internet de unos dispositivos denominados Cubes, que permitían acceder gratuitamente a los canales de pago de este operador de televisión. Tras las investigaciones, los agentes identificaron a los presuntos estafadores y su modus operandi y procedieron a la detención en Valencia de V.T.S., de 22 años; O.A.C., de 28, y J.G.F., de 32, mientras que en Alicante fue arrestado H.M.S., de 20 años; en Cádiz J.A.P.V., de 28, y en Segovia R.B.G., de 20 años.

El modus operandi de la red consistía en que su cabecilla pedía un número determinado de dispositivos electrónicos a los fabricantes en el Reino Unido que posteriormente eran anunciados a través de Internet y mediante el envío masivo de correos electrónicos a abonados de la operadora de cable ONO.

Recibidas las peticiones, los miembros de la red enviaban los dispositivos piratas a través de empresas de paquetería contra reembolso de 75 euros la unidad aproximadamente. Investigaciones posteriores permitieron a la Guardia Civil descubrir que la organización había comenzado a extender su actividad delictiva a Italia, Portugal y algunos países del continente americano. Ahora, los agentes están analizando la documentación y todo el material, lo que podría permitir la identificación de otros posibles distribuidores, así como los destinatarios finales que podrían estar igualmente inmersos en alguna responsabilidad.