Una asociación de Guardias Civiles apoya al agente que quiere vivir en un cuartel con su novio
La Asociación Unificada de Guardias Civiles amenaza con recurrir a los tribunales si se deniega una vivienda al agente de Palma de Mallorca
La Asociación Unificada de Guardias Civiles -antigua Coproper- ha manifestado hoy su apoyo al guardia civil mallorquín que ha solicitado una vivienda en el cuartel de la Guardia Civil de Palma de Mallorca para compartirla con su pareja sentimental homosexual y ha pedido que se "cambie la norma o serán los tribunales los que decidan".
Carrillo entiende que su compañero de palma de Mallorca "tiene derecho a una vivienda oficial" y "no se le puede limitar por su opción sexual".
Carrillo ha criticado que la normativa que regula la vida en los cuarteles de la Guardia Civil "limite la posibilidad de que parejas estables con el mismo sexo puedan vivir en los cuarteles". Para Carrillo, "cualquier limitación de los derechos de una persona, en este caso de un trabajador de la Guardia Civil, choca directamente con el artículo 14 de la Constitución", hon lo que "habría que modificar" la normativa del Cuerpo en este sentido porque "tienen derecho a poder usar una vivienda oficial de la Guardia Civil".
No obstante, la normativa de la Guardia Civil al respecto establece que el agente podrá vivir en uno de los pabellones (viviendas) "con su cónyuge y los familiares de ambos hasta el segundo grado de parentesco", considerando cónyuge a "la persona unida al titular por una relación afectiva y estable, análoga a la del matrimonio".
Así, deja en manos de la jerarquía del cuerpo competente en la adjudicación de pabellones (viviendas) la última palabra en cuanto a la cesión de una de estas viviendas a un agente.
Carrillo insiste en que al compañero mallorquín, que presentará el lunes la petición de acceso a un pabellón, "le tienen que dar" una vivienda oficial y ha destacado lo "complicado" que es compatibilizar la condición de homosexual dentro de la Guardia Civil, lo que ha provocado que algunos agentes hayan tenido que abandonar el Cuerpo.
El portavoz de AUGC ha mostrado su optimismo, convencido de que al final "van a tener que reconocer que tienen el mismo derecho a convivir en un acuartelamiento".
Recurso a los tribunales
Sucederá, en su opinión, lo mismo que ocurrió a mediados de los años 90, cuando se formalizaron las primeras parejas de hecho heterosexuales, que solicitaron viviendas oficiales, y aunque en un principio se les negó, finalmente la Guardia Civil cambió con una circular la normativa que se lo impedía.
"Van a tener que reconocer que una pareja de hecho homosexual tiene el mismo derecho a convivir en un acuartelamiento", ha concluido. De no hacerlo, "serán los tribunales los que decidan finalmente y los que den la razón a este compañero, porque se está vulnerando un derecho fundamental".
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