Aparicio señala que es necesario que el Gobierno reforme la Ley de Huelga

El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Juan Carlos Aparicio, ha manifestado la necesidad de reformar la Ley de Huelga para determinar los servicios esenciales, y ha subrayado que si los agentes sociales no toman la iniciativa, "el Gobierno deberá abordar la cuestión".

Aparicio señala, en una entrevista, que no debe actuarse "en caliente" en presencia de un conflicto como la huelga general del 20-J, aunque considera que "la opinión pública sabrá entender la necesidad o no dentro de unos días".

Según ha recordado el titular de Trabajo, el derecho de huelga está regulado mediante un real decreto preconstitucional, del año 1977, y en el mismo no se aborda una parte muy importante como los derechos esenciales, por lo que cree conveniente que dicho decreto adquiera rango de ley.

"Sería muy deseable que fuesen los agentes sociales quienes tomaran la iniciativa, y hace pocas semanas parecían dispuestos. Pero si sigue pasando el tiempo, será una cuestión a abordar, especialmente si se viven situaciones en las que no se concilian todos los derechos que deben ser conciliados en situaciones de este tipo", añade.

"Difícil de entender"

Aparicio señala que la huelga general de 20-J es "difícil de entender", sobre todo por el crédito adquirido por el Gobierno en los últimos años, en los que se han creado 3,7 millones de empleos, se ha reducido el paro en más de 1,7 millones personas y ha cambiado sustancialmente la fisionomía del sistema de Seguridad Social. "Cuesta creer que ante medidas semejantes la reacción sea una huelga", ha señalado.

El ministro también se ha referido a los servicios mínimos, afirmando que confía en "la responsabilidad de quienes van a determinar en buena medida que se puedan ejercer no sólo el derecho de huelga, sino también al trabajo, a la libre circulación de desplazamiento, a la sanidad, a la educación, pensando siempre en el interés general".

Respecto a las posibles consecuencias del 20-J, dijo que "una situación de conflicto no va a mejorar las expectativas, e introduce riesgos no para el Gobierno, sino para la recuperación económica". No obstante ha dejado claro que "el éxito de una huelga no se mide por el número de personas a las que se imposibilita acudir a su trabajo. Sólo será éxito en cuanto a la capacidad de generar conflicto".