Descubiertos en la casa de un ex empleado de funeraria restos de 20 cadáveres
El asunto podría estar relacionado con el 'caso de las funerarias', la cremación ilegal de 3.000 cuerpos en la capital andaluza
Un hombre de 41 años, empleado de funeraria, fue detenido esta mañana en Ardales (Málaga) mientras transportaba bolsas con restos humanos en su vehículo. Más tarde, en su domicilio, la guardia civil ha encontrado restos de hasta 20 cadáveres. Pese a lo macabro del hallazgo y la sospecha de que el arrestado pudiera haber incurrido en un delito de inhumación ilegal, el juzgado de instrucción número 2 de Málaga ha decretado su libertad sin fianza.
Al parecer los restos se encontraban en un arcón situado en el patio, cuya madera se había ido deteriorando debido a la lluvia, tras lo que fueron descubiertos por su hijo de 18 años y otros familiares. De hecho, según ha relatado el detenido, su mujer le había presionado mucho para que ser llevara fuera los restos "por que se iban a buscar un problema". Y en ello estaba cuando fue descubierto en un control rutinario de policía.
El detenido conservaba estos restos desde hacía cinco meses, según las fuentes, que han precisado que procedían de nichos y que tenían que ser incinerados o llevados a la fosa común al haber pasado varios años, aunque en lugar de actuar de este modo, "incineró algunos, repartió las cenizas entre más de una familia y guardó el resto en su casa".
En su coche han sido hallados los restos de al menos ocho personas, ya que en el control efectuado por la Guardia Civil se descubrieron otros tantos cráneos. Los agentes también han descubierto en el domicilio del arrestado el cadáver "casi completo" de una mujer de avanzada edad.
Según las primeras investigaciones, los restos escondidos en su vehículo particular tienen entre 6 y 10 años de antigüedad, y podrían proceder del cementerio malagueño de San Miguel.
El 'caso de las funerarias'
El asunto podría estar relacionado con el caso de las funerarias, la investigación de 3.000 cremaciones ilegales practicadas en la ciudad de Málaga ya que el detenido trabajó en una de las empresas entonces investigadas. El juzgado de instrucción número uno de Málaga se ha hecho cargo del caso.
En el caso funerarias, juzgado el año pasado, uno de los siete acusados era el propietario de una empresa de este tipo de servicios que en 1997 tenía almacenados en el garaje de su chalé restos de más de 50 personas que tendrían que haber sido incinerados.
Las funerarias cobraban 30.000 pesetas por la cremación, frente a las 70.000 habituales, como si trasladaran el cadáver a otra ciudad. Sin embargo la cremación se hacía en en Parcemasa, la empresa municipal que gestiona el cementerio de Málaga, por 10.000 pesetas con la connivencia de uno de sus empleados.
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