Dimite un concejal del PSE-EE de Llodio por la presión en el País Vasco
El secretario general del PSE-EE de Álava dice que "aquí nos quieren matar a los dirigentes y además nos mutilan a nuestros hijos", en referencia a Eduardo Madina
Raúl Arza, uno de los tres concejales que el PSE-EE tiene en el Ayuntamiento de Llodio, segundo municipio más importante de Álava, ha presentado hoy su dimisión por la "presión" que sufren los concejales socialistas, según ha confirmado el secretario general del PSE-EE de Alava, Javier Rojo.
Rojo ha expresado su respeto por la decisión "personal" del concejal socialista en el Ayuntamiento de Llodio, gobernado por Batasuna y Eusko Alkartasuna, que había tomado tiempo atrás pero que se ha podido precipitar por el atentado de esta mañana contra la concejala del PSE-EE del Ayuntamiento de Portugalete, Esther Cabezudo, según fuentes municipales.
El secretario general de los socialistas alaveses ha explicado que la sociedad de Euskadi "se tiene que plantear si quiere que las organizaciones políticas democráticas tengan representantes o si esto termina siendo una pradera donde no habrá más que cruces".
"Aquí nos quieren matar a los dirigentes y además nos mutilan a nuestros hijos", en referencia a Eduardo Madina.
Tras reconocer que esta dimisión "me preocupa como secretario general", Rojo ha añadido que también debería preocupar a toda la sociedad porque se está viviendo la "quiebra del sistema democrático, de las libertades en Euskadi".
Rojo ha explicado que hay una estrategia de los terroristas que es "amedrentar a la parte más débil, a los concejales, que quieren que abdiquemos y abandonemos, unos en los cementerios y otros fuera de las responsabilidades políticas o de Euskadi".
Se ha referido a la situación particular de la localidad de Llodio, donde hay una "quiebra de la libertad todos los días, una renuncia al Estado de derecho y en una situación pre-democrática donde hay gente que cuando asesinan a alguien no sólo no condenan sino que se alegran no sé si merece mucho la pena representar a nadie".
Tras asegurar que ninguno de los cargos socialistas tienen vocación de héroes, ha señalado que el lehendakari tiene un "problemón tremendo, porque puede terminar siendo un lehendakari de una patria sin ciudadanos, sino con súbditos y lacayos o cobardes".
