Un gendarme en estado crítico tras ser tiroteado por dos supuestos etarras en Pau
Los dos supuestos etarras huyen en un coche robado cerca del lugar de los hechos
Un gendarme ha sido disparado a bocajarro por el conductor de un coche con matrícula española cerca de Pau, al suroeste de Francia, según han informado fuentes de la Gendarmería francesa. Se trata del segundo tiroteo en menos de dos semanas contra un agente en esta zona y la policía gala sospecha que ambos casos están relacionados con la banda terrorista ETA.
Fuentes policiales han señalado que el gendarme herido, Gerard Llavadur, presenta siete impactos de bala -tres en el pecho, uno en la cabeza y otros tres en el resto del cuerpo-. Trasladado al Hospital de Pau, Llavadur se encuentra en el servicio de reanimación y se teme por su vida, ya que su estado es de extrema gravedad.
Aunque en principio se informó de que el incidente se produjo durante un control de carreteras rutinario, la Gendermería de Pau ha explicado que el agente ha resultado herido cuando se acercó a dos coches, parados en una carretera de la localidad sureña de Monein, a las afueras de Pau.
Sobre las 17.45 horas, dos hombres, que se encontraban en el exterior de sus vehículos, discutían e intercambiaban objetos de sus coches, uno con matrícula española y otro con placas de Las Landas. Dos gendarmes que pasaban por el lugar, al ver algo raro, se acercaron y, en ese momento, uno de ellos sacó un arma y tiroteó a uno de los gendarmes.
Los autores de los disparos han abandonado el coche en el que huyeron del lugar de los hechos a dos kilómetros y han obligado a punta de pistola a una mujer a salir de un Renault Twingo amarillo que conducía. Tras dejarla en la carretera, han proseguido la fuga. Así, la policía ha desmentido también el dato de que los presuntos etarras habían cogido al conductor como rehén.
De inmediato, las fuerzas del orden han puesto en marcha el llamado plan Epervier, que incluye la instalación de controles en las carreteras de la zona.
El coche robado ha sido encontrado poco después de las 22 horas en la localidad de Oloron-Sainte Marie, a unos 40 o 50 kilómetros de la frontera española. La búsqueda de los dos atacantes continúa en la zona con controles en las carreteras que unen Pau y Hendaya.
En uno de los dos coches de los atacantes, un Renault Clio verde robado, con matrícula francesa de Las Landas (junto al País Vasco francés), las fuerzas del orden han encontrado indicios que "muestran que son miembros de ETA".
Un suceso similar
El pasado 17 de noviembre se registró un incidente similar cuando los ocupantes de una furgoneta dispararon a bocajarro a un gendarme después de saltarse un control, cerca del aeropuerto de Pau.
La investigación, a cargo de la la fiscal antiterrorista parisina Laurence Le Vertno, apunta a que los autores del tiroteo de hoy pueden ser los mismos. La Policía francesa sospechó entonces de ETA, porque las vainas de las diez balas disparadas eran de nueve milímetros Parabellum, la munición habitual de la banda terrorisa.
Además, el vehículo llevaba placas de matrícula falsas. Los investigadores van a comparar los casquillos que se encuentren hoy con los del día 17.
Los hechos ocurrieron el pasado día 17 cuando el conductor de una furgoneta de color blanco desobedeció la orden de alto en un control instalado por la gendarmería en la localidad de Sauvagnon, a 15 kilómetros al norte de Pau.
Dos agentes en moto salieron detrás de la furgoneta que huía; tras una persecución de unos dos kilómetros, uno de los agentes se situó junto al vehículo perseguido y, según fuentes de la Gendarmería de Pau, del interior de la furgoneta salió un individuo que disparó a bocajarro.
El agente recibió tres disparos y quedó tendido en el suelo, a la salida de una curva. Un coche patrulla recogió al herido y le trasladó a un hospital en estado grave, donde se recuperó de las lesiones.
ETA ha disparado contra miembros de las fuerzas de seguridad galas en anteriores ocasiones. El etarra Ander Geresta Azurmendi abrió fuego contra una patrulla policial que pretendía identificarle, el 26 de mayo de 2000, y que le detuvo tras una larga persecución. El incidente anterior se remonta a junio de 1992, cuando se produjo un disparo durante la detención de Jesús María Beaumont y de José Pérez Esteban.
Asimismo, una agente de la Policía del Aire y de Fronteras resultó herida el 27 de abril de 1988 en Bayona, cuando participaba en una operación para interceptar 725 millones de pesetas que correspondían al pago del secuestro del industrial Emiliano Revilla.
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