Zapatero reclama a Aznar que "exija a Piqué por el 'caso Ercros' lo que exigía a otros"

"Advertencias al PSOE, ni una", ha respondido hoy tajantemente Zapatero, quien ha asegurado que su partido no va a contribuir a convertir España en un "lodazal", como sí cree que hicieron los populares hace seis años, "porque los ciudadanos quieren ver otra política y otro talante".

"Que no haga advertencias", ha señalado Zapatero, "por que no me va a parar en controlar la gestión de su Gobierno".

El líder de la oposición ha hecho estas afirmaciones en Barcelona, donde ha pronunciado un mitin ante unas dos mil personas en compañía de Pasqual Maragall, después de que el presidente del Gobierno, José María Aznar, advirtiera ayer de forma velada al PSOE que está dispuesto a hablar de corrupción, pero "con todas sus consecuencias".

Recibido con el lema Hola, futuro presidente, Zapatero ha defendido la oposición "útil y responsable" de su partido y ha apostado por la "política de calidad" con la que el PSOE "ganará la liga de las generales". Zapatero ha señalado que el proyecto socialista aspira a "abrir los ojos a la gente, para que despierten del conformismo" e incluso ha comentado en tono irónico que "no renuncio a cambiar hasta la derecha española".

El líder de los socialistas ha lamentado que Aznar "pierda la oportunidad" de superar "los residuos intolerantes de la derecha" y le ha reclamado otro "tono" y "estilo" de hacer política recordándole que "no se puede estar todo el tiempo en las nubes", ni "enfadado con todos".

"Actitud servil de Piqué"

En cualquier caso, un futuro Gobierno socialista "no agachará la cabeza ante nadie" ha asegurado Zapatero, "como no lo hizo nunca el gobierno de Felipe González" y ha reprochado a Piqué su actitud "servil" ante el presidente de Estados Unidos, George Bush, algo que "ningún ciudadano español haría". Zapatero incluso ha apuntado a Pau Claris para asegurar que ningún "catalán ilustre" hubiera "agachado la cabeza".

Para Zapatero, los socialistas tienen una "oportunidad histórica" de liderar un cambio "más apasionante" que el protagonizado en los años ochenta ante la "falta de proyecto" de país del PP, de quien ha asegurado no tienen "ni una idea, ni un proyecto, ni un aliento para la sociedad".

Aznar no entiende España

"Aznar gobierna España, pero no la entiende", ha apostillado el líder de la oposición para advertir que "si la derecha piensa que todos tienen que tocar al son que suena desde el centro y las autonomías deben estar a sus órdenes" hará un "flaco favor a la vertebración del proyecto constitucional".

El líder del PSOE ha señalado que "después de salir de las catacumbas de la historia que supuso el franquismo", España "necesita un nuevo cambio que se alimente de diálogo", por lo que ha apostado por un proyecto socialista "fuerte cívicamente".

En este sentido, Zapatero se ha comprometido a apostar por un contrato social con los jóvenes, a empezar a "ganar la batalla" del valor social del empleo estable y de la educación pública frente al "objetivo de la derecha de volver a la eduación elitista".

Para ello, es necesario "recobrar la vitalidad de la izquierda", según Zapatero, que permitirá "hacer los cambios que muchos soñaron" y que supondrá abrir una etapa de la España del "enriquecimiento desde la pluralidad".

Zapatero ha concluído su intervención desacreditando la "alianza" CiU-PP en Cataluña y asegurando que se sentirá "enormemente feliz el día que Maragall sea presidente de la Generalitat" y se ha mostrasdo convencido de que "demostrará que puede haber una Cataluña respetuosa con su identidad y que conviva de forma natural con el resto de pueblos del país".