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Masahiro Moro (Mazda): “Buscamos satisfacer al cliente, no un crecimiento desmesurado”

Tras 40 años en el fabricante japonés, el consejero delegado subraya que la ambición de la compañía es el placer de la conducción para que los dueños de sus coches se sientan “orgullosos” de poseerlos

Masahiro Moro Mazda
Masahiro Moro, consejero delegado de Mazda Motor Corporation.

Masahiro Moro es el consejero delegado y presidente de Mazda Motor Corporation desde junio de 2023. Nacido en 1960, se incorporó en marzo de 1983 a Toyo Kogyo Company, actual Mazda Motor Corporation.

EL PAÍS tuvo un encuentro con Moro durante el Salón del Automóvil de Tokio, en el que Mazda ha presentado un prototipo denominado Iconic SP y una ligera actualización para el MX-5. Al margen de estas novedades, el máximo directivo de la compañía automovilística repasó la estrategia y prioridades de la marca.

Pregunta. ¿Cuáles han sido las mejoras más relevantes de Mazda durante sus 40 años de trabajo en la marca y qué retos de futuro se plantean?

Respuesta. Respecto a mis 40 años en Mazda, hemos estado luchando por conseguir coches bonitos por su diseño. Alguna vez nos hemos perdido en el camino, pero siempre hemos regresado. El placer de conducción ha sido nuestro objetivo de manera recurrente desde hace 60 años. Para el futuro tenemos muchos retos. La movilidad es uno de ellos, pero Mazda busca ante todo el placer de conducción, que es nuestro principal valor, como el que ofrece el prototipo que hemos presentado en este salón. Nos enfocamos en el placer de conducir y en que el dueño de un Mazda se sienta orgulloso de poseerlo.

P. ¿Cómo se posiciona Mazda respecto a estos retos de futuro?

R. Hay distintos retos para Mazda, como la neutralidad en emisiones de carbono o la digitalización. La combustión interna con electrificación es otro reto importante, pero hay diferentes soluciones. Lo que hace distinta a Mazda es, precisamente, que puede proporcionar esas soluciones. Otros rivales están apostando por diferentes soluciones de movilidad, como coches autónomos o cubos con ruedas donde poder tomar un café en un trayecto desde el punto A al B. Esto es una solución que algunos clientes buscan, pero en Mazda lo que pretendemos es que conducir nuestros coches o ir en ellos haga disfrutar al conductor y a los pasajeros. Y es que conducir puede ser muy estimulante, porque al hacerlo se ven cosas, se siente, se debe decidir y se debe manejar el coche. Es un muy buen entrenamiento para el cerebro y para el cuerpo como manera de vivir una vida de calidad.

P. La industria china del automóvil está creciendo a pasos agigantados, ¿es una amenaza para Mazda?

R. Es un mercado totalmente diferente y allí el Gobierno decide la dirección que hay que seguir y las marcas lo hacen. Estuve en China en junio con nuestro socio local y el 30% de los vehículos son eléctricos y otro 60% son vehículos electrificados con autonomía extendida. Esta es la realidad del mercado. Si China no acepta esto, va a tener un problema. Nosotros estamos colaborando para usar su tecnología en China con este socio. Y veremos si esta tecnología la usamos en otros mercados. Hay muchos elementos políticos que pueden influir en esta decisión. Ellos exportan tres millones de unidades a Asia, Latinoamérica y a Europa. Esto es una competencia que ya experimentamos con Corea y quizá en el futuro llegue de India. Nos toca encontrar el camino para mantener el modelo de negocio.

P. El Mazda MX-30 acaba de ser presentado con motor rotativo como generador eléctrico y ahora su último prototipo, el Iconic SP, también recurre a esta mecánica. ¿Esperan desarrollar más esta tecnología en el futuro o van a esperar para saber cómo la acoge el mercado?

R. Las regulaciones del mercado se orientan hacia la electrificación de los motores. Y nosotros hemos tenido siempre en nuestra mente la combustión interna con dispositivos electrificados. El motor rotativo como un generador eléctrico es algo que ningún competidor puede copiar y esto es una ventaja para nosotros. Es compacto, es pequeño y se puede usar con otro tipo de combustibles como el hidrógeno y conseguir una neutralidad de emisiones de carbono. Con este sistema se dispone de una autonomía eléctrica de 200 kilómetros y al añadir el motor rotativo como generador eléctrico se pueden alcanzar los 1.000 kilómetros, que es más que suficiente. Porque en la realidad, la conducción media diaria es de menos de 100 kilómetros. Es lo que puede hacer nuestro Iconic y, además, puede llevar dos maletas a bordo, por lo que resulta perfecto.

P. Mazda no ha sido nunca una compañía de grandes volúmenes de ventas. ¿Busca mejorar esto en el futuro?

R. No queremos vender dos millones de unidades. No buscamos un crecimiento desmesurado, sino satisfacer a los clientes con más calidad y apoyar a nuestros compradores.

P. ¿Ya está definida la movilidad del futuro o hay que esperar a ver cómo actúa la sociedad?

R. Hay mucha tecnología que evolucionará en el futuro. También lo harán las infraestructuras. Y no solo en el mundo de la automoción, sino también en la industria energética. No sabemos qué va a pasar en el futuro, pero hasta 2030 nos vamos a enfocar en producir coches únicos, con un bello diseño, hechos casi de forma artesanal y que provoquen un gran placer de conducción a nuestros clientes. Después de 2030 veremos qué futuro nos espera.

P. ¿Cómo ve Mazda las regulaciones europeas sobre los coches de combustión y los impuestos que la Unión Europea quiere aplicar a los importados?

R. Las normativas pueden ir cambiando y adaptándose a la realidad. Nosotros apoyamos a nuestros clientes. Y si ven, por ejemplo, que el precio de un vehículo aumenta, pueden forzar a los gobiernos para que esto no se produzca. Nosotros como compañía debemos cumplir todos los requerimientos. Desde los años setenta ha habido muchos cambios al respecto, pero siempre debemos cumplir con las legislaciones.

P. En el pasado, las marcas japonesas cooperaban para desarrollar diferentes tecnologías como la hibridación o los motores de hidrógeno. ¿Cree que esta colaboración se mantendrá en el futuro?

R. Uno de los grandes retos es la neutralidad de carbono y eso hace que tengamos que cambiar nuestra manera de pensar. No es realista intentar cumplir este reto por nosotros mismos, así que estamos colaborando e intercambiando datos con otras marcas como Toyota, Subaru, Honda o Nissan que usan biofuel, al igual que nosotros. Por ejemplo, Toyota tiene un motor híbrido turbo y Subaru un bóxer que usan biofuel. Intercambiar conclusiones con el uso del biofuel nos permite acelerar en la toma de decisiones y la fabricación de productos acordes con las nuevas normativas y con el mercado, así que hay una agenda colaborativa encima de la mesa.

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