El interiorista de Zara quiere hacer su casa (prepare 300.000 euros)

Se llaman Beyome Homes y han vendido hasta ahora cinco casas, pero prometen dar mucho que hablar en el futuro. De momento lo están haciendo, entre otras cosas, porque detrás del proyecto se encuentra la familia Mahía Solís, cofundadora de Grupo Caamaño. Y nombrar este grupo, actualmente rebautizado como Kimak después de que tomara la mayoría la compañía vasca Kider, es hacerlo de uno de los proveedores históricos de Inditex. Puede que sin saberlo haya visto en cientos de ocasiones las estructuras metálicas y otros de los productos con los que han vestido las tiendas de Zara durante años. De esa experiencia industrial, los Mahía Solís dieron el salto a la construcción estandarizada y, de ahí, a la patente de un sistema de paredes móviles con el que quieren revolucionar la vivienda. Especialmente en las grandes ciudades, empezando por Madrid.

Beyome solo ha operado hasta la fecha en la capital española, donde tiene cuatro casas que buscan comprador. Si se suman las cinco que ya han transaccionado, restan 11 para llegar a la meta que sus responsables se ponen para 2023. “Este año teníamos el objetivo de hacer 40 viviendas, pero estaremos en unas 20″, admite Íñigo Moreno, consejero delegado de Xeito Investments, que es el family office en el que los Mahía Solís agrupan muchas de sus inversiones industriales. “Ahora ya estamos con todo el engranaje preparado”, añade el máximo directivo, “vamos a ir comprando dos, tres o cuatro inmuebles al mes; y el tiempo que nos cuesta desde que compramos hasta que entregamos son seis meses o menos”.

Según sus responsables, la firma ha identificado unos 2.500 inmuebles en la mayor ciudad de España con las características que buscan: viviendas pequeñas (hasta 60 metros cuadrados), preferiblemente en el centro, y a las que se pueda sacar partido con su sistema de tabiques móviles. Con pulsar un botón, o con una orden verbal a un altavoz inteligente, las pareces empiezan a moverse y aparecen o desaparecen habitaciones, despachos y hasta el comedor. Con semejante caladero identificado, reconocen que “el foco está en Madrid”, donde Moreno asegura que la meta es “colocar los precios de venta por debajo de los 300.000 euros”.

La única casa que actualmente puede verse en Idealista se anuncia por 340.000 euros. Está cerca de la plaza de Lavapiés, en el bajo de un edificio cuya entrada destartalada contrasta con el interior de la vivienda. El importe solicitado supondría pagar más de 6.000 euros por cada uno de sus 55 metros cuadrados construidos, notablemente por encima de la media de la zona y más en línea con algunos barrios acomodados de la capital. Pero si se tienen en cuenta los 90 metros cuadrados “funcionales” que promete la firma inmobiliaria, se queda en menos de 3.800 euros por metro cuadrado y ya baja de la media, especialmente para un inmueble con una reforma integral a estrenar.

Los metros cuadrados funcionales Beyome son clave en el negocio. Es un concepto que, según Moreno, la empresa busca patentar y sirven para expresar el máximo de superficie que cada estancia puede aportar con las diferentes configuraciones de la casa, contando la misma superficie más de una vez si permite dos usos. El de Lavapiés, en menos de un minuto, se transforma de un piso con una pequeña sala de estar y dos habitaciones en un salón-comedor de 31 metros cuadrados. “Un lujo en un piso con 43 metros útiles”. Entre medias, se puede optar también por un comedor mediano con una sola habitación, o convertir los dos dormitorios en despachos. Las camas se despliegan de manera automatizada desde las paredes, lo mismo que puede hacerse con otros muebles como mesas o escritorios.

En Beyome defienden que esta versatilidad en una parte de la casa permite que lo que por naturaleza es inamovible, como la cocina o el baño, tenga un mayor tamaño de lo habitual para un piso de similares características. “Logramos que viviendas muy pequeñas tengan una segunda vida”, opina Moreno, “y es una casa que te da unas prestaciones de habitabilidad suficientemente dignas”.

Evidentemente, no es un problema restringido al centro de las ciudades, ni algo que solo suceda en Madrid. Y la ambición local se conjuga con la global para Xeito, un grupo que espera superar los 50 millones de facturación este año. Excluyendo la parte de Kimak, los diferentes negocios de los Mahía Solís cuentan con alrededor de 200 empleados en todo el mundo. Moreno prevé viajar este verano a EE UU para reunir­se con inversores. Y fruto de ello, ya se planea un apartamento Beyome en Manhattan. El inmueble será una especie de escaparate, ya que operar en el mercado inmobiliario de la Gran Manzana no forma parte de los planes inmediatos. Y eso que el consejero delegado destaca la buena acogida de la idea y, de paso, la universalidad del problema que pretende resolver: “Allí tenemos la demanda antes de estar presentes, es algo que tenemos que gestionar”, dice. También miran París y no se cierran a llegar a más ciudades españolas.

Alquiler

Uno de los vectores de crecimiento está en el build to rent, un negocio que está floreciendo en España y consiste en construir bloques de vivienda para destinarlos íntegramente al alquiler. “Estamos cerrando acuerdos con otro tipo de fondos de inversión más patrimonialistas con los que vamos a gestionar carteras más importantes”, indica Moreno. Si con la línea destinada a la compra el objetivo es alcanzar 100 rehabilitaciones (y ventas) por año, con el del alquiler el consejero delegado cree que pueden llegar a 200 unidades. Y no descartan participar de alguna forma en las operadoras de vivienda que exploten esos pisos en alquiler porque el proyecto tiene otra de sus patas en los servicios de valor añadido.

Con un claro mensaje enfocado hacia emprendedores y jóvenes profesionales cualificados, las casas Beyome se acompañan de una plataforma de “mentorización”, una palabra que gusta a Moreno. Con ello se busca favorecer el intercambio temporal de inmuebles o acceder a determinadas formaciones. Pero también permite presentar una start-up para obtener asesoramiento o incluso una eventual inversión. La plataforma, y la articulación de una comunidad de beyomers, es un elemento claramente diferencial con una promotora al uso. Y la idea se completa con el acento, este sí más generalizado en el sector, sobre las ventajas medioambientales de hacer casas de mayor eficiencia energética, en muchos casos mediante rehabilitaciones en los centros urbanos. Todo unido forma el concepto de Beyome con el que Xeito ha acompañado su llegada al mercado inmobiliario residencial. Quizá el salto desde el mundo del comercio no es tan grande como parece: “Estamos creando una marca de vivienda”, afirma el consejero delegado.

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