Un moderado presupuesto para 2025 marca la etapa final del Gobierno de Boric

Tras intensas discusiones parlamentarias, el Senado de Chile aprobó este jueves el presupuesto para 2025, el que será el último que ejecutará íntegramente el Gobierno de Gabriel Boric antes de concluir su periodo en marzo de 2026. El gasto público solo crecerá un 2% en vez del 2,7% proyectado inicialmente por el Ejecutivo, pues el Congreso recortó cerca de 600 millones de dólares del erario a la iniciativa presentada por el presidente Boric en septiembre.

El presupuesto, que solo espera su promulgación como ley, ha sido modesto. Mario Marcel, ministro de Hacienda, reconoció que su trámite legislativo partió “en un contexto bien desafiante, de elecciones, escándalos y discusión política”, pero que evolucionó de “manera bastante constructiva a lo largo de todas sus etapas”.

La investigación en contra del exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve por violación y abuso sexual a una subalterna y en cuestión por el uso de gastos reservados impactó sobre la discusión del erario. La Cámara de Diputados redujo los gastos reservados de la Subsecretaría del Interior, pero para reponer los 538 millones de pesos (551.724 dólares) el Gobierno se comprometió a presentar en 2025 un proyecto de ley para robustecer el control y la rendición de sus cuentas.

El principal aumento de recursos se produjo en seguridad, donde se incorporarán 1.300 oficiales adicionales a Carabineros para resguardar las calles y se prevé sumar a otros 400 nuevos a las labores de servicio, casi cuatro mil vehículos a la flota de la institución policial y también se financiará la instalación de inhibidores de señal de celulares en siete cárceles. También se realizó un ajuste relevante en el sector sanitario, donde se incrementaron en un 150% los recursos para reducir los tiempos de las listas de espera para atención médica.

El economista Alejandro Micco, académico de la Universidad de Chile y exsubsecretario de Hacienda en el segundo Gobierno de la socialista Michelle Bachelet (2006-2010, 2014-2018), indica que este presupuesto se enmarca en la trayectoria de la política fiscal del Gobierno de Boric, que partió con un fuerte ajuste fiscal en un contexto de altos gastos para enfrentar la pandemia de Covid. “Este es un gasto fiscal moderado, que está en la línea con la tradición chilena de políticas fiscales ordenadas”, dijo en una llamada telefónica.

La incertidumbre está puesta en los ingresos que se puedan generar de la implementación de la Ley de Cumplimiento de las Obligaciones Tributarias, que espera recaudar cerca del 1,5% del Producto Interno Bruto (PIB) para financiar prioridades sociales del programa del presidente Boric. Micco cree que la perspectiva de recaudación de la Administración de izquierdas pudiera ser “optimista” y adelanta que el próximo Gobierno en Chile, que se elegirá a finales de 2025, tendrá menos holguras fiscales: “Quedará muy ajustado y ya no hay espacios para deudas”.

Se proyecta que, al cierre del ejercicio presupuestario de 2024, el stock de deuda bruta del Gobierno totalizaría cerca de 41,2% del PIB efectivo del período, según el Informe de Finanzas Públicas correspondiente al tercer trimestre de este año elaborado por la Dirección de Presupuestos (Dipres).

Las estimaciones económicas no son alentadoras. El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó esta semana que el país sudamericano crecerá un 2,3% este 2024 y estaría en un rango de entre un 2% y 2,5% en 2025.