Morgan Stanley avisa a sus empleados: o WhatsApp o sus bonus
El banco sancionará a los empleados que usen mensajes privados para cuestiones laborales
Morgan Stanley se está acogiendo a la norma de las cacharrerías de “el que rompe, paga”. El banco ha reducido los ingresos de los empleados que se saltaron las reglas sobre el uso de aplicaciones de mensajería, una mala práctica colectiva que le ha costado a la entidad 200 millones de dólares en multas. El incumplimiento original sirvió para revelar qué es lo que mueve a Wall Street: lo sorprendente, cuando los reguladores impusieron 2.000 millones de dólares en penalizaciones a 11 grandes empresas financieras el pasado septiembre, no era que los empleados tuviesen chats fuera del canal, lo cual imposibilitaba a las empresas tener un rastro en papel de las conversaciones cuando se lo requiriesen. Lo sorprendente era la ligereza y la manera tan generalizada con que lo hacían. El número de mensajes enviados a través de plataformas como WhatsApp era “voluminoso”, según la Comisión del Mercado de Valores (SEC por sus siglas en inglés). Jefes de mesa, comerciales y jefes de división se comunicaban fuera de los focos. En Morgan Stanley, una muestra de 30 miembros del personal dedicado a labores de agencia de valores sirvió para comprobar que “prácticamente todos” lo hacían.
Por su parte, en el banco están despidiendo a empleados que se pasaron de la raya, con un sistema de puntos que tiene en cuenta su antigüedad, qué hicieron y con qué frecuencia. El supervisor señaló en septiembre que Morgan Stanley ya había despedido a empleados y había impuesto penalizaciones financieras, al igual que Deutsche Bank. JP Morgan también había despedido a personal anteriormente. Y todos los bancos que contravinieron la norma van a tomar en consideración la conducta de los empleados a la hora de calcular el bonus correspondiente al año pasado, sobre todo con la presión que hay para reducir la carga salarial.
Pero del mismo modo que seguir las normas no debería extrañar a nadie, tampoco debería extrañar que se vinculen las penalizaciones directamente a la compensación financiera de los empleados, especialmente cuando su comportamiento acarrea pérdidas sustanciales para su empresa. Bancos como Citigroup y Bank of America reiteran que utilizar los canales de mensajería personal está prohibido y se puede castigar con el despido. Pero las penalizaciones ad hoc tienen un impacto más inmediato y son más fáciles de imponer.
PARA MÁS INFORMACIÓN: BREAKINGVIEWS.REUTERS.COM. Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción es responsabilidad de EL PAÍS
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