Menos mercados, más banca
En toda Europa, las Bolsas han registrado en 2022 menos de una decena de incorporaciones, lo que contrasta fuertemente con las más de 130 salidas de 2021
El año 2022 va a cerrar en mínimos de la última década en número y volúmenes de salidas a Bolsa (IPO, por sus siglas en inglés), afectando sin excepción a todos los mercados geográficos mundiales. La negativa evolución de los mercados de renta variable, con la consiguiente penalización generalizada en las compañías cotizadas, y el difícil contexto geopolítico y macroeconómico, han supuesto un claro desincentivo a que las empresas hayan buscado la salida a los mercados bursátiles como vía de financiación o como estrategia de desinversión de antiguos accionistas. El cuestionamiento de las valoraciones de una parte del sector tecnológico cotizado ha supuesto también el pinchazo de la burbuja de las SPAC (Special Purpose Acquisition Companies), que habían alentado el mercado de salidas a Bolsa en EE UU en pasados ejercicios.
En toda Europa, las Bolsas han registrado en 2022 menos de una decena de incorporaciones, lo que contrasta fuertemente con las más de 130 salidas de 2021, o incluso las aproximadamente 40 empresas que salieron a Bolsa en 2020, pese a la pandemia. Ni siquiera en 2012, en plena crisis de deuda soberana, se observó un número de incorporaciones tan bajo (en torno a 25 salidas). El mercado español no ha sido una excepción, y solo se ha registrado una nueva emisión en el Mercado Continuo en lo que llevamos de ejercicio.
Pero también el mercado de bonos corporativos ha registrado una actividad claramente menor en este ejercicio, con volúmenes de emisión en torno a un 20% por debajo del año anterior, en una caída de nuevo generalizada en los distintos mercados geográficos, pero que ha afectado especialmente a las empresas de peor perfil crediticio (high yield). En el caso español, estimamos que las empresas han captado fondos mediante emisiones de deuda por importe aproximado de 12.600 millones de euros en 2022, un 60% menos que en 2021.
En este contexto, las empresas han tenido que recurrir a un mayor porcentaje de financiación bancaria para cubrir sus necesidades de liquidez. Incluso en el mercado estadounidense, claro paradigma de economía basada en los mercados de capitales, frente a una Europa tradicionalmente más bancarizada, se ha registrado un fuerte crecimiento de la financiación bancaria. Sin duda la situación actual de solvencia de la banca, mucho más fortalecida que en crisis pasadas, le ha permitido jugar un papel relevante en la sustitución de recursos provenientes de los mercados de capitales. En cualquier caso, es esperable que a medida que el entorno económico mejore, vuelvan a recuperarse niveles de actividad más elevados tanto en el mercado de bonos como en el de acciones, necesarios para mantener esa deseable mezcla de financiación bancaria y a través de los mercados de capitales.
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