La burbuja china de los ‘kits covid’ se desinfla

Las pruebas de detección de covid desempeñan un papel desmesurado en la vida de los chinos: basta con preguntar a cualquiera en Chengdu, la capital de la provincia de Sichuan. Los funcionarios que tratan de cumplir el mandato del presidente Xi Jinping de erradicar el virus del SARS-CoV-2 dentro de las fronteras del país tienen confinada la ciudad de 21 millones de habitantes y someten a la gente de la localidad a pruebas gratuitas pero obligatorias cada 24 horas. Esta pesadilla para los residentes significa más ventas para las empresas locales que suministran kits y laboratorios móviles a los compradores del Gobierno.

El Gobierno chino afirma que desde el comienzo de la pandemia hasta abril de 2022 se han realizado casi 12.000 millones de pruebas, y es posible que la cifra se haya duplicado desde entonces, según estimaciones de Soochow Securities. Esto está disparando las ventas de empresas como Daan Gene, valorada en 3.700 millones de dólares, cuyos beneficios se dispararon un 130% en el primer semestre. Dian Diagnostics ganó 1.900 millones de yuanes (275 millones de dólares) al realizar 150 millones de pruebas en 30 provincias durante el mismo periodo. Los márgenes de beneficio neto de las 17 empresas que cotizan en Bolsa analizadas por Breakingviews se situaron en una cómoda media del 24%.

Dada la presión que la política de covid cero de Xi ha ejercido sobre otros sectores de la economía, no es de extrañar que sus acciones hayan tenido un buen rendimiento relativo. Easy Diagnosis, con sede en Wuhan, ha avanzado un 264% en los últimos tres años, mientras que Daan Gene ha subido un 197%. Pero el aumento de la competencia, los topes de precios y los retrasos en los pagos han hecho que muchos accionistas empiecen a cobrar beneficios, y gran parte del sector está rindiendo menos que el índice de referencia CSI300; Guangzhou Kingmed Diagnostics ha cedido un 40% en lo que va de año.

Esto refleja los cambios de política. El número de proveedores de kits de prueba autorizados por los reguladores ha pasado de 7 a principios de 2020 a más de 30 en 2021, con centenares de empresas más pequeñas compitiendo por licencias adicionales. Esto está reduciendo los costes públicos. En Shanghái y otras ciudades, las autoridades se niegan a pagar más de 28 yuanes por kit, cuando antes desembolsaban unos 200 yuanes.

Cobrar también se está convirtiendo en un problema. El estrés fiscal, un subproducto de la corrección inmobiliaria generalizada y la actividad empresarial generalmente deprimida gracias a los confinamientos recurrentes, parece estar provocando que algunos municipios retrasen los pagos. El laboratorio clínico Labway de Shanghái, por ejemplo, registró un aumento interanual del 189% en las cuentas por cobrar en el primer semestre. El retraso podría agravarse, ya que Pekín prohibió recientemente a los gobiernos locales recurrir a sus fondos de seguros médicos para comprar kits.

No hay indicios de que Xi vaya a suavizar su enfoque de tolerancia cero hacia la covid, lo que significa que se harán pruebas de manera continuada y constante. Pero los días de beneficios fáciles quizá se hayan acabado para siempre.

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