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Los fondos europeos llegan con cuentagotas a las comunidades de vecinos

Las empresas de rehabilitación alertan de que España podría tener que devolver cientos de millones en ayudas sin gastar

Rehabilitacion vivienda
En la Comunidad de Madrid se han solicitado 183 ayudas por valor de 29 millones de euros.Jaime Villanueva

Las ayudas procedentes de los fondos europeos para rehabilitar edificios existen, pero llegan a cuentagotas y las comunidades de vecinos apenas están haciendo uso de ellas. De los 1.152 millones de euros que, correspondientes a 2021, el Gobierno ha transferido a las comunidades autónomas, solo 498 millones nutren las convocatorias de ayudas que hasta el momento han abierto, en sus diferentes programas, 14 de las 19 comunidades y ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Fachadas Ligeras y Ventanas (Asefave). El pasado martes llegaba otra remesa aprobada por el Gobierno:1.389 millones. Un dinero y una advertencia: ahora se rehabilitan unos 30.000 inmuebles al año y el objetivo es que sean 300.000.

No todos los vecinos, normalmente gente mayor por tratarse de bloques antiguos, están por la labor de sufrir unas obras para adecentar unas viviendas que luego disfrutarán sus hijos. Este es el mantra que se lleva esgrimiendo desde hace años. Pero la realidad es algo distinta. “Quien no se quiera beneficiar de estas ayudas va a salir perdiendo, y mucho, respecto a quienes se beneficien. Los fondos, de un modo u otro, los acabaremos pagando todos. Ha llegado el momento de gestionar y ejecutar”, dice Sebastián Molinero, secretario general de Andimac, la patronal de la reforma y rehabilitación.

Sin embargo, a la escasa cultura de rehabilitación que hay en nuestro país se le une el desconocimiento general de estas ayudas. Tampoco todas las comunidades autónomas encargadas de gestionar las subvenciones, aunque sí la mayoría, han abierto las convocatorias para que se puedan solicitar. “Esto es un problema para las actuaciones en esas regiones, pues los plazos para ejecutar las obras son muy ajustados, tienen que estar terminadas en junio de 2026, y cuanto más tarden en poder poner estas rehabilitaciones en marcha, más riesgo habrá de no aprovechar los fondos europeos”, considera Juan López-Asiain, responsable del gabinete técnico del Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE).

Los requisitos y procedimientos varían entre una comunidad autónoma y otra, por lo que no poder contar con un modelo nacional impide, por ejemplo, dar una respuesta concreta y práctica, piensan en Andimac. “Serían 17 respuestas parecidas, pero diferentes entre sí. Esto —que parece anecdótico pero que no lo es— es una gran ineficiencia de nuestro modelo respecto a otros países como Italia”, apuntan.

Italia, que es comparable en cierto modo a España por el modelo de propiedad, edificación y muy baja cultura de inversión en la mejora de edificios y viviendas, ha encontrado la clave en la rehabilitación. La solución: ampliar los fondos europeos con dotación propia hasta alcanzar apoyos económicos que costeen hasta el 110%. “Eso es apostar por un cambio de modelo que es difícil de vislumbrar en nuestro país”, piensa Molinero. En los últimos ocho meses Italia ha reducido las emisiones de los edificios y viviendas más que en los últimos 20 años.

El contexto económico actual tampoco ayuda al despegue de estas subvenciones. Según Luis Mateo, director general de Andimat (Asociación Nacional de Fabricantes de Materiales Aislantes), “el coste de la energía y de las materias primas supone un grave problema, sobre todo porque no contamos con un sistema claro de revisión de precios. Nadie puede presentar un proyecto y garantizar que el coste sea el mismo dentro de tres o cuatro meses, que es cuando podrían empezar las obras de rehabilitación en el mejor de los casos. Y los ciudadanos también se ven afectados por el incremento en general. Todo ello está influyendo en que el ritmo de presentación de expedientes se haya ralentizado.

Esta es una de las razones por las que la patronal de la reforma y rehabilitación solicita una actualización de los valores económicos previstos para las ayudas al incremento de los costes de los materiales que se ha producido estos meses. “Si el Gobierno no actúa con celeridad puede restar atractivo a las ayudas, además de añadir una mayor dificultad en su tramitación”, considera Molinero.

También en Asefave están viendo cómo hay comunidades de vecinos que son reacias a solicitar las subvenciones porque se resisten a comenzar las actuaciones sin tener la ayuda concedida, y los largos plazos de gestión desaniman a las constructoras a apostar por esta vía.

Aquellos fondos que no se agoten, y no estén comprometidos en septiembre de 2023, se deberán devolver a las instituciones europeas, y el sector, dicen los expertos, perdería una gran oportunidad para seguir activándose y desarrollándose.

No obstante, desde Green Building Council España (GBCe) apuntan que, por la experiencia con otras convocatorias de ayudas previas como el Programa PREE, “es de esperar que haya comunidades, como Navarra, País Vasco y Asturias, que tarden muy poco en agotar los fondos”. “Otras, como Madrid —que tiene muchas viviendas susceptibles de ser rehabilitadas por su antigüedad, estado de conservación y posibilidades de mejora energética—, podrían tardar más en gastar los fondos públicos que les corresponden”, opina Dolores Huerta, directora general de GBCe. Por ahora, el ritmo de Madrid podría contradecir las previsiones. Su Consejería de Vivienda ha recibido más de 183 peticiones equivalentes a un total de unos 29 millones de euros.

Y hay casos de éxito, como el de la comunidad de Dolores Huerta, que llevaba más de un año intentando convencer a sus vecinos de la oportunidad que traen los fondos europeos para rehabilitar su edificio de 1954, de 19 viviendas y cinco locales, situado en el madrileño barrio de Chamberí. “Al pasar una ITE desfavorable en fachada y cubierta, y dado que la caldera estaba llegando al fin de su vida útil, se propuso realizar un proyecto para conocer el potencial ahorro que tendría el edificio con una serie de actuaciones, como la instalación de placas fotovoltaicas, sustituir la caldera de gasoil por aerotermia y añadir una instalación centralizada de agua caliente sanitaria”, relata Huerta. En total, estas actuaciones, que costarán 720.000 euros, serán cubiertas por las ayudas, que, sumadas a las del Plan Rehabilita del Ayuntamiento de Madrid, podrían alcanzar hasta el 100%. Al estar la actuación financiada, los vecinos empezaron a mostrar interés cuando se publicaron las ayudas y las deducciones, reconoce Huerta. El acuerdo se ha adoptado por unanimidad.

El agente

No es un caso aislado, aunque en esta ocasión no ha sido una vecina sino un agente rehabilitador, reconocido por la Administración para generar proyectos “llave en mano”, quien ha hecho el resto con los vecinos. Tras más de 20 años de experiencia, la empresa EOS Energy ha llevado su modelo de rehabilitación energética a una comunidad de 177 vecinos, localizada en Guadalajara.

Los costes totales de la renovación de este edificio incluyendo obras, impuestos, honorarios profesionales y de gestión se acercan a los 3,8 millones de euros (21.500 euros por vecino), pero la subvención, los ahorros energéticos garantizados por contrato y otros beneficios directos e indirectos hacen que la suma de cuotas de energía, mantenimiento y amortización de obras reduzca la inversión en tan solo 50 euros al mes por vecino, sin necesidad de derramas. A cambio, los inquilinos podrán disfrutar de un edificio completamente rehabilitado en fachada y cubierta, y con placas fotovoltaicas, aerotermia, el cambio de iluminación a led y la colocación de válvulas termostáticas y repartidores de coste para la individualización del consumo de calefacción.

Las comunidades de propietarios también pueden acudir a las oficinas de rehabilitación que han abierto los colegios de arquitectos y arquitectos técnicos para informarse de la tramitación y gestión de estas ayudas.

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