Exolum: la pieza clave para que su coche tenga gasolina
Rosa García pilota la transición verde de la antigua CLH, la principal empresa de almacenamiento, transporte y distribución de productos petrolíferos en España, en un momento delicado por las tensiones geopolíticas
El cambio de nombre en una empresa nunca es casualidad. Cuando la antigua Campsa (fundada en 1927) se transformó en CLH (a principios de los años noventa), el monopolio de petróleos en España dejó de existir. El año pasado, esta misma compañía decidió darle un nuevo giro a su denominación. Hoy, a la principal firma de almacenamiento, transporte y distribución de productos petrolíferos en España se la conoce como Exolum (sacado de las palabras en latín exterius, evolutio, incrementum). Y la transformación viene con movimientos radicales: quiere que su negocio dependa cada vez menos de los derivados del crudo (gasolinas, gasóleos, querosenos, fuelóleos y biocarburantes) y que en su cuenta de resultados pesen más las energías renovables, el hidrógeno y los ecocarburantes.
El 92% de la facturación de Exolum procede de los hidrocarburos relacionados con la movilidad. Para 2025, ese porcentaje bajará más de 20 puntos, según su propia hoja de ruta. “La compañía se está reinventando”, dice Rosa García, que en septiembre pasado llegó a la presidencia de la firma, en sustitución de José Luis López de Silanes. La pandemia puso a prueba a la empresa, con un beneficio neto que se derrumbó un 41,2% en 2020, en comparación con un año antes, y que paulatinamente se ha recuperado en 2021. El confinamiento —que ha dejado a los coches en los garajes y a los aviones en los hangares—, así como el cambio de modelo energético, han metido el acelerador en la transformación. “No se ha recuperado todavía el consumo de la gasolina y de gasóleo para transporte de corta distancia, muy afectado por la huelga de transporte. Estamos un 5% por debajo de las cifras de 2019… Quizás nunca volvamos a llegar a esos niveles”, afirma García.
Pero mientras la empresa da el golpe de timón, el mar empieza a revolverse con la invasión rusa en Ucrania, que ha desbocado los precios del petróleo y el gas ante la amenaza de veto a la producción rusa. “Nada será igual que era antes”, resalta García. “De pronto, algo que casi nadie se había planteado, que tenía que ver con la seguridad de suministro, es algo que saltó a las portadas de los periódicos”. La presidenta de Exolum asegura que, a pesar de que las relaciones entre Rusia y la UE están al borde del abismo energético, la firma tiene la capacidad suficiente para garantizar el suministro de combustibles. ¿La garantía? Su posición en el mercado y su red de oleoductos de más de 4.000 kilómetros por los que pasan los carburantes de Cepsa, Repsol, BP, entre otras. “Somos la primera empresa que almacena hidrocarburos por tamaño en Europa y la séptima del mundo”. Exolum cuenta con 39 instalaciones de almacenamiento, con una capacidad de 8,3 millones de metros cúbicos.
“Sabemos que en esa seguridad de suministro, Exolum va a tener un papel importante”. Sobre todo porque la demanda no se ha visto reducida respecto a 2021, a pesar del batacazo que han sufrido los precios de los carburantes en los últimos meses. Las salidas de productos petrolíferos desde las instalaciones de Exolum al mercado español en abril alcanzaron los 3,27 millones de metros cúbicos, un 31,6% más que en el mismo mes del año pasado, una vez corregido el efecto calendario. Las salidas de gasolinas han sido un 30,8% superiores, y las de gasóleo de automoción, un 18,4%. “Los coches, de momento, siguen circulando porque las personas necesitan desplazarse y consumiendo lo mismo que consumían en 2021″. Esta alza coincide con la entrada en vigor de la bonificación de 20 céntimos por litro de carburante que ha puesto en marcha el Gobierno. “El esfuerzo que desde Exolum podríamos hacer para intentar ayudar a esta bajada del combustible ya lo hemos hecho”, dice García. “Porque el precio de la logística es casi inapreciable en el precio del combustible: un céntimo por litro”, recalca.
García confía en que la dependencia a los carburantes irá menguando. La demanda de petróleo, por primera vez, muestra una eventual disminución en todos los escenarios, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), aunque el momento y la nitidez de la caída varían ampliamente. Pero los combustibles líquidos, gaseosos y sólidos de diversos tipos seguirán contando con un papel relevante dentro del mix energético mundial hasta 2050. Y ante este panorama, Exolum quiere estar preparada. Ya ha dado los primeros pasos.
Expansión internacional
En 2021 han integrado en la compañía las 15 instalaciones de almacenamiento de productos líquidos que adquirió en 2020 a Inter Terminals Limited en Reino Unido, Irlanda, Alemania y Países Bajos, lo que ha supuesto un importante refuerzo de su presencia en Europa. “La expansión internacional ha impactado positivamente en nuestros resultados de 2021 a pesar de la pandemia. No hemos llegado todavía al nivel de ebitda de 2019, pero estamos cerca”, resalta García. Su plan es seguir avanzando orgánicamente y a golpe de talonario. “De aquí al año 2026, nuestra intención es invertir entre 1.000 y 1.500 millones de euros para diversificar la compañía y acompañar a los consumidores en la transición energética”, explica la presidenta de la empresa, también con filiales en Panamá, Ecuador y Omán. En 2021, los ingresos de explotación de Exolum fueron de 878 millones, un 38% más, e incrementó en un 29% sus ganancias hasta los 213 millones.
De ese total, aproximadamente el 50% se destinará al crecimiento en el mercado de los químicos y químicos eco. Otro 25% irá a economía circular e hidrógeno verde. Exolum construirá la primera planta de producción de hidrógeno verde en la Comunidad de Madrid, que se prevé que esté plenamente operativa en la segunda mitad de 2022. “Estamos esperando a que nos den los permisos”. Su plan es que produzca unas 60 toneladas al año de este producto. Aunado a ello, la firma colabora con Naturgy y Enagás en el desarrollo de infraestructuras de producción, distribución y suministro de hidrógeno verde en el sector de la movilidad en todo el territorio nacional.
Un 12% del plan de inversión se seguirá destinando al mantenimiento de los oleoductos. Y el resto irá al negocio de la aviación. “Exolum tiene una gran experiencia en la gestión aeroportuaria relacionada con el almacenamiento, el transporte y la puesta a bordo del queroseno en los aviones. Esta actividad la hacemos de manera muy eficiente”, afirma García.
Fondos de control
Antes de llegar a Exolum —en cuyo accionariado destacan el fondo de capital riesgo CVC (con un 25% del capital), el fondo de pensiones público canadiense Omers (con un 24,7%) y el fondo Macquarie (con un 20%)—, Rosa García ha sido directora de proyectos estratégicos corporativos en Microsoft en Estados Unidos. También ha ejercido como presidenta del gigante tecnológico en el mercado ibérico durante ocho años. Y ha ocupado el cargo de presidenta y consejera en España de Siemens. Su trayectoria también incluye posiciones directivas no ejecutivas de compañías del Ibex 35 como Banesto, Acerinox o Bankinter. Actualmente es miembro del consejo de administración de firmas como Mapfre, EDPR y Sener.
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