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Consejos de inversión envenenados

Las redes sociales son un nido de supuestos expertos bursátiles que le pueden hacer perder mucho dinero

Panel con los principales índices mundiales de Bolsa.
Panel con los principales índices mundiales de Bolsa.Eduardo Parra (Europa Press)
María Fernández

“¿Quieres aprender a generar ingresos y tener una vida extraordinaria?”. Anuncios como este pueblan Instagram, en este caso, de una cuenta con 989.000 seguidores, y personas más o menos famosas reparten consejos como si fueran caramelos. “Aquí se holdea, en el mercado de las cripto se entra llorado de casa”. La frase resuena fuerte en otro vídeo viral, este en Youtube de otro supuesto experto que utiliza el supuesto verbo holdear (del inglés to hold), que en el alambicado lenguaje de los que apuestan por las criptomonedas significa algo así como: mantén la cabeza fría y no vendas aunque el mercado se esté desplomando.

Cualquiera con conocimientos financieros puede proponer hacer una inversión determinada, aunque las normas MiFID II exigen una cualificación y experiencia mínima a los asesores financieros que se acredita con certificaciones como las que emite la EFPA. Discutir la posibilidad de comprar o vender acciones de una empresa no constituye un abuso de mercado. Pero el caso es que muchas veces se dan consejos envenenados que corren veloces por las redes y que pueden tener repercusión en los precios, como ocurrió el pasado enero en el ataque de foreros en EE UU conocido como el caso Reddit. La CNMV publicó hace algunas semanas una comunicación de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA por sus siglas en inglés), el regulador de la UE, en la que recuerda que quien propone invertir en instrumentos financieros comunitarios (acciones o bonos), y dirige la recomendación a un público amplio, tiene que cumplir ciertas normas. Unas líneas rojas recogidas en un reglamento de 2016 que define que la difusión de información falsa o engañosa a través de internet “incluidos sitios de redes sociales o blogs no atribuibles, debe considerarse abuso de mercado, al igual que cuando se comete a través de canales de comunicación más tradicionales”.

Primero comprar, luego recomendar

Lo más común es lo más clásico: aprovechar el acceso, ocasional o regular, a los medios de comunicación digitales para dar consejos a los demás sobre dónde gastar los ahorros después de haber tomado posiciones sobre el instrumento que se recomienda y, a continuación, liquidar la posición mientras las acciones suben. O al contrario, forzarlas a la baja si uno tiene una posición corta. Es un engaño si no se revela al público el conflicto de intereses “de una manera adecuada y efectiva”.

Lo explicaba el pasado 3 de noviembre en un foro el director general de mercados de la CNMV, Ángel Benito: “Las personas que elaboren o difundan recomendaciones de inversión tienen que actuar con diligencia debida para garantizar la presentación objetiva de la información”. Y eso afecta analistas independientes, empresas de servicios de inversión, entidades de crédito o personas cuya actividad principal es hacer recomendaciones de inversión. También incluye a los denominados “expertos o personas que dicen poseer conocimientos financieros”.

El modo de presentación de recomendaciones puede ser variado: a través de una clásica nota escrita, una presentación, un vídeo, un audio o de las citadas redes sociales. El regulador explica que se debe comunicar la identidad del experto “de modo claro y visible”, y en el análisis, “distinguir los hechos de las interpretaciones” —algo que no siempre ocurre—, e indicar las fuentes de información, cuáles son las proyecciones, la fecha y la hora de la elaboración del análisis. También hay obligaciones adicionales a considerar, como explicar la metodología con la que se ha llegado a determinadas conclusiones, aclarar los significados de la valoración o incluir una lista de recomendaciones emitidas anteriormente.

La CNMV actúa contra las prácticas de abuso de mercado (uso de información privilegiada y manipulación de mercado) pero no publica datos desagregados sobre expedientes abiertos por recomendaciones de inversión ni las sanciones impuestas a personas físicas por hacer recomendaciones engañosas. En 2019, por ejemplo, impuso una multa a un particular de 15.000 euros por difundir consejos en 2016 sin identificarse debidamente.


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Sobre la firma

María Fernández
Redactora del diario EL PAÍS desde 2008. Ha trabajado en la delegación de Galicia, en Nacional y actualmente en la sección de Economía, dentro del suplemento NEGOCIOS. Ha sido durante cinco años profesora de narrativas digitales del Máster que imparte el periódico en colaboración con la UAM y tiene formación de posgrado en economía.

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