Justina Nixon, vicepresidenta de IBM: “No es necesario tener un grado de cuatro años para acceder a un trabajo tecnológico”

Casi la mitad de los estudiantes, de las personas sin trabajo y de aquellos profesionales que buscan un cambio en su carrera están interesados en acceder a empleos relacionados con las disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés). Y, sin embargo, casi la mitad de estos colectivos admiten no estar familiarizados con las opciones laborales de este tipo que tienen a su alcance, según se desprende de un reciente estudio de IBM y Morning Consult realizado a partir de 14.000 entrevistas en 13 países. En España, más del 60 % de los encuestados piensan, además, que no están cualificados para trabajar en puestos STEM porque no tienen el título académico adecuado, y un 37 % de los estudiantes admite que no sabrían ni por dónde empezar.

¿Son estas barreras reales o imaginarias? ¿Es realmente necesario disponer de un título académico para acceder a puestos de trabajo relacionados con la revolución digital? Para Justina Nixon, vicepresidenta y directora global de Impacto de IBM, “cada vez son más las compañías que contratan personal basándose más en su experiencia y en las competencias y credenciales que posean, más que en si tienen o no tienen un título universitario de cuatro años”. En su opinión, la digitalización, acelerada por la pandemia, abre oportunidades laborales en todas las áreas productivas casi sin excepción, y acceder a ellas puede ser tan simple como obtener una certificación o credencial online a la vez que se estudia o se mantiene el puesto de trabajo actual. Aprovechando la visita de Justina Nixon para participar en el Mobile World Congress que concluye hoy Barcelona, EL PAÍS conversa con ella acerca del futuro de los empleos digitales y de SkillsBuild, la iniciativa de IBM para formar gratuitamente a 30 millones de personas de aquí a 2030.

Pregunta. ¿En qué ámbitos profesionales se puede acceder a un trabajo STEM?

Respuesta. Algunas de las competencias tecnológicas que hoy tienen más demanda tienen que ver con la ciberseguridad, el análisis de datos, el desarrollo web y de apps, la programación o el manejo de redes; habilidades que tienen salida en cualquier industria. Piensa en el sector minorista, donde el análisis de datos puede ayudarte a entender mejor la cadena de suministro; o en el ámbito de los cuidados, para manejar la información de los pacientes. Y, por supuesto, la ciberseguridad, para proteger los datos de los clientes y de tu propio negocio.

P. ¿Existe una brecha entre las competencias que pide el mercado laboral y las que poseen los trabajadores?

R. Sin duda. Pero no solo en lo que se refiere a las competencias tecnológicas que necesitan los candidatos a un empleo o aquellos que quieren emprender con su propio negocio. También hay una brecha respecto a las habilidades que se necesitan en el puesto de trabajo: aquellas relacionadas con la creatividad, el trabajo en equipo, la capacidad de presentación y comunicación de ideas, el pensamiento de diseño (design thinking)… Todas esas capacidades son fundamentales a la hora de tener éxito en un empleo e incluso en una entrevista de trabajo. Por eso SkillsBuild se centra en proporcionar ambos tipos de formación, sin limitarse únicamente a la tecnológica.

En cualquier caso, proporcionar oportunidades de reciclaje y mejora de las competencias profesionales a sus empleados es ya una prioridad para casi cualquier compañía, puesto que eso les ayuda a mantenerse competitivos. Pero va más allá e involucra a toda la sociedad, porque si no estás en una empresa que te de estas oportunidades, necesitas encontrar alguna otra manera de poder formarte por tu cuenta, preferiblemente de forma gratuita. No hay que olvidar que, en Europa, el 40 % de los ciudadanos carece de competencias digitales básicas.

P. Ustedes han anunciado que, gracias a la iniciativa de SkillsBuild, formarán a 30 millones de personas de todo el mundo en los próximos siete años. ¿En qué consiste, y quién puede beneficiarse de ella?

R. SkillsBuild es un programa gratuito con una plataforma online a la que cualquier persona puede acceder. Allí, pueden obtener una credencial en áreas tecnológicas específicas como la nube, el análisis de datos, la ciberseguridad o la inteligencia artificial, gracias a numerosas herramientas y recorridos formativos; certificaciones que luego pueden usar para acceder a un empleo, especialmente en puestos de perfil básico. Sin olvidar, por supuesto, la formación en habilidades blandas que mencionaba antes. Al acceder a la plataforma, el estudiante encuentra una herramienta de valoración que le ayudará a escoger el mejor recorrido formativo, dependiendo del objetivo que quieran conseguir.

P. ¿Es una opción accesible para quien no haya tenido formación tecnológica previa?

R. Sí. Tenemos cursos en 19 idiomas, y si quieres formarte en, por ejemplo, ciberseguridad, te propondrá un itinerario personalizado basado en las competencias que ya tienes. Puede que eso implique tener que aprender otras habilidades más básicas antes de empezar con la ciberseguridad, pero al final llegarás hasta allí. La plataforma no te sumerge en conceptos técnicos avanzados a menos que poseas el conocimiento y experiencia necesarios. Y dependiendo del tiempo que le puedas dedicar (porque, idealmente, todos quieren compatibilizar esa formación con el empleo que se posea en ese momento), completar un itinerario puede llevar entre tres y seis meses.

P. Una de las prioridades en la iniciativa de SkillsBuild es, según han anunciado, favorecer la inclusión laboral de colectivos infrarrepresentados en el ámbito STEM. ¿Qué grupos son esos, y de qué manera se trabajará con ellos?

R. Yo creo que las carreras STEM son transformadoras y abren muchas puertas. Así fue conmigo y con mi familia, y yo pertenezco a un grupo demográfico muy infrarrepresentado. Con esta iniciativa, nos enfocamos en las mujeres, pero también en minorías étnicas, refugiados y personas con bajos ingresos. SkillsBuild tiene acuerdos con organizaciones de servicios sociales, desarrollo económico y vocacionales, así como agencias gubernamentales y universidades. En España, por ejemplo, trabajamos con socios como Homeless Entrepreneur; que ofrece a las personas sin hogar un programa integral que incluye información para la empleabilidad. Personas a las que formamos, ofrecemos mentoría y también conectamos con oportunidades laborales. Otros socios incluyen la Universidad Politécnica de Madrid, la Autónoma de Madrid y la Universidad de Sevilla, además de la Asociación Cultural La Kalle (enfocada en jóvenes en riesgo de exclusión) y la Fundación Puentes Global, centrada en la población emigrante y en personas que quieren iniciar un pequeño negocio.

P. ¿Cómo se explica la brecha de género en el ámbito tecnológico?

R. Se trata de un fenómeno que tiene muchas causas. Las mujeres han estado históricamente subrepresentadas en el campo de las STEM, y muchas abandonaron su trayectoria profesional para enfocarse en sus hijos o sus familias. Algunos de los factores más relevantes tienen que ver con nociones preconcebidas que vienen adquiridas desde casa, y las expectativas que se tienen de cada género. Pero también podría estar conectado con ideas preconcebidas entre los profesores. Hay estudios que muestran cómo, al principio de su educación, las niñas están tan interesadas como los niños en ciencia, tecnología o matemáticas; un interés que parece decrecer con el paso del tiempo.

Yo creo que esto tiene que ver con la manera de presentar estos conocimientos: algunos estudios muestran, por ejemplo, que las chicas están más interesadas en resolver problemas sociales usando habilidades STEM que en únicamente resolver problemas matemáticos o científicos. Por eso, la situación sería diferente si se cambia la forma de abordar estas disciplinas, para que ellas se sientan interesadas e incluidas. Y, por supuesto, sin olvidar incluir más ejemplos femeninos de éxito que muestren lo que pueden hacer y de lo que son capaces las mujeres en estas disciplinas.

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