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El País Vasco es la única comunidad que aumentó su déficit en 2024; Extremadura y Andalucía acometieron el mayor ajuste

Los números rojos del conjunto de la Administración autonómica bajaron con fuerza el año pasado, hasta el 0,1% del PIB

Construcción de vivienda en Sevilla.
Laura Delle Femmine

La buena marcha del empleo, una recaudación en máximos y el vigor de la economía en general han dejado su huella también en las cuentas públicas autonómicas. La mayoría de las comunidades, 11 de 17, ingresaron el año pasado más de lo que gastaron. Esa evolución ha reducido con fuerza su desfase presupuestario: la Administración regional, que tiene fuertes presiones de gasto por ser la encargada de proveer los servicios públicos básicos, recortó en su conjunto el déficit en más de 12.000 millones de euros, de unos 13.700 millones a poco más de 1.600. De hecho, solo en el País Vasco se registró un incremento de los números rojos con respecto al ejercicio previo. En el otro extremo está Extremadura, que ha logrado además la mayor corrección en el año, pasando de un déficit de más de un punto a tener superávit.

Si la cifra se mide sobre el PIB, el déficit de las comunidades bajó del 0,9% de 2023 al 0,1% el año pasado. Es el porcentaje más bajo desde la pandemia, cuando la Administración autonómica paradójicamente registró uno de sus mejores datos presupuestarios. La corrección, entonces, no se debió a ningún ajuste, sino a las transferencias millonarias recibidas del Estado a través de fondos propios y de la Unión Europea.

Ahora, la situación es distinta. Ya se ha terminado el cañón de gasto de la crisis sanitaria, pero la economía tira. España creció un 3,2% el año pasado, el mejor resultado entre las economías avanzadas. El empleo es vigoroso, los beneficios empresariales crecen y la recaudación está en máximos, también impulsada por una inflación que sigue por encima del objetivo. El Gobierno también desplegó una batería de medidas para mitigar el golpe de la llamarada de precios que se encendió en 2022. Todo ello ha elevado los recursos a disposición de las comunidades, pues ha producido un incremento en las transferencias del sistema de financiación autonómico, que se calculan en función de las previsiones económicas a futuro. Los Gobiernos regionales, además, cuentan con los fondos del Plan de Recuperación y las demás ayudas europeas que históricamente han recibido.

Aun así, el mapa es heterogéneo. Hay comunidades que cerraron 2024 con un déficit muy abultado y otras que ajustaron con fuerza sus números rojos. El desfase más grande es el de la Comunidad Valenciana, como viene siendo habitual, pues es el territorio que menos dinero recibe por habitante ajustado del sistema de financiación autonómico. En 2024 también sufrió el impacto de la dana. A cierre de ejercicio registró un déficit del 1,68% del PIB. Murcia, otra de las autonomías maltratadas por el modelo actual de financiación, terminó el ejercicio con un desajuste del 1,11%. Le siguen País Vasco (-0,63%), Cataluña (-0,41%), Madrid (-0,19%) y La Rioja (-0,04%).

Los demás territorios registraron superávit, con Extremadura (+1,59%) y Navarra (+0,97%) a la cabeza. Las comunidades forales recibieron menos apoyo durante la pandemia, ya que los recursos asignados a las demás del sistema de financiación de régimen común se mantuvieron pese a la caída de la actividad. Extremadura fue, además, la comunidad que más saneó sus cuentas con una corrección de casi 2,7 puntos, pues en 2023 su agujero presupuestario era superior al 1% del PIB. Andalucía también ajustó de manera incisiva sus números rojos, recortándolos en 1,8 puntos y cerrando el año con un superávit del 0,7%.

El déficit del conjunto de las Administraciones públicas —comunidades, Estado, Seguridad Social y municipios— se situó en el 2,8% del PIB, según los datos del cierre presupuestario presentados por el Ministerio de Hacienda el jueves. Este resultado es mejor que el 3% previsto y comprometido con Bruselas. Sin embargo, sube hasta el 3,15% si se le suma el gasto extra causado por la dana, que la Comisión Europa no contabilizará a la hora de revisar el cumplimiento de los objetivos presupuestarios de España.

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Sobre la firma

Laura Delle Femmine
Es redactora en la sección de Economía de EL PAÍS y está especializada en Hacienda. Es licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Trieste (Italia), Máster de Periodismo de EL PAÍS y Especialista en Información Económica por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
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