El Mobile World Congress iguala su récord prepandemia y reúne a 109.000 asistentes

El Mobile World Congress (MWC) ya puede decir que ha superado completamente el socavón que supuso la pandemia de covid-19. En una nota para hacer balance de la edición que termina este jueves, la patronal de la industria del móvil, GSMA, ha explicado que ha reunido, desde el lunes, a 109.000 congresistas, un 7,9% más que el año pasado y la misma cifra que logró en 2019, el año anterior a la crisis sanitaria. El congreso, en el que han participado 2.900 empresas expositoras, patrocinadores y socios, ha ocupado todos los pabellones de las instalaciones de Fira de Barcelona en L’Hospitalet de Llobregat —y uno de los pabellones de la Fira en Montjuïc también, donde se ha celebrado el salón hermano Talent Arena, organizado por la Mobile World Capital—, y ya espera la ampliación de la Fira con el nuevo Hall Zero, que añadirá 60.000 metros cuadrados más en 2027. El año que viene, el MWC se celebrará del 2 al 5 de marzo.

La organización ha calificado la edición celebrada esta semana como “una semana transformadora”. El director general de Fira de Barcelona, Constantí Serrallonga, también ha celebrado el “rotundo éxito” del congreso: “No podría haber ido mejor”, ha dicho en una atención a los medios de comunicación tras la clausura. “De nuevo, ha sido un privilegio para Barcelona, la Fira y el país poder celebrar este evento en nuestra casa”, ha expresado sobre una cita empresarial que estará en la capital catalana hasta 2030 como mínimo.

Este año, en el congreso mundial de móviles la gran protagonista ha vuelto a ser la inteligencia artificial y las aplicaciones que esta herramienta puede ofrecer. Además de las innovaciones tecnológicas y los lanzamientos de producto, también ha sido el lugar de encuentro de las operadoras de telecomunicaciones, que han puesto sobre la mesa la necesidad de ganar tamaño para lograr soberanía estratégica en este ámbito, en un contexto geopolítico que ha marcado los debates que se tenían en el congreso. La organización explica que en su llamado “programa ministerial”, dedicado a la regulación y los debates políticos, han participado 88 delegaciones de 148 países y 40 organizaciones intergubernamentales, 66 ministros y 111 jefes de autoridades reguladoras.

Los 109.000 asistentes (el 27% de ellos, mujeres), provenientes de 205 países y territorios, representan un avance con respecto a los 101.000 que vinieron el año pasado. Su presencia ha estimulado también a varios sectores económicos de la ciudad, en especial la hostelería, la restauración y el transporte. El 56% de estos asistentes ya no forman parte estrictamente de la industria de los teléfonos móviles, sino que vienen de industrias adyacentes, lo que demuestra una vez más que el MWC es un congreso que ya no está centrado solo en los aparatos de telefonía. Otro de los datos que destaca la organización es que la mitad de los congresistas eran directivos de empresa, y el 21% eran altos ejecutivos, reforzando la idea de que el MWC es un lugar donde se viene a hacer negocios.

“El MWC es el punto de encuentro de las industrias, y este año hemos visto con claridad la velocidad con la que la tecnología está remodelando el mundo que nos rodea”, ha expresado John Hoffman, consejero delegado de GSMA, quien añade en la nota: “Desde las redes impulsadas por IA hasta el futuro de la movilidad inteligente, los debates de esta semana en Barcelona marcarán la pauta para el año que viene. Lo que sucede en el MWC no se queda en el MWC, sino que provoca un cambio real”. En el congreso ha habido más de 1.200 ponentes, y la organización destaca que el 41% son mujeres.

Durante el congreso, Hoffman también ha firmado un acuerdo con el Gobierno de Qatar para celebrar el 25 y 26 de noviembre en Doha, la capital de este país de Oriente Próximo, un congreso paralelo como los que el MWC ya celebra en Kigali, Las Vegas y Shanghái, siendo este último el próximo evento en el calendario, ya que se celebrará en junio.

En el salón paralelo Talent Arena han participado 20.000 asistentes, un 47% de ellos estudiantes y jóvenes profesionales, y en el salón 4YFN, que se celebra dentro del MWC y está dedicado a las startups, han participado 1.000 empresas, 380 ponentes y más de 900 inversores que vienen de fondos por valor de 60.000 millones de euros.

El director general de GSMA, Mats Granryd, que deja el cargo tras la celebración de esta edición del MWC, ha expresado su sentimiento de “orgullo” ante la evolución del congreso. “La industria se está embarcando en una nueva era, y estoy profundamente agradecido de haber desempeñado un pequeño papel en su desarrollo”. El nuevo director general será Vivek Badrinath, quien en mayo pronunciará ya el discurso inaugural del salón paralelo M360 en Tashkent, Uzbekistán.

El campo público y privado en el MWC

Innovación digital y colaboración público-privada es el título de una de las charlas que se ha podido escuchar en el último día del MWC en Barcelona. El mundo público y el privado están destinados a entenderse para seguir avanzando en la innovación digital es una de las conclusiones del encuentro en la que los ponentes subrayaron la necesidad de abrazar la tecnología sin miedo y lograr un marco legislativo más flexible. Los ponentes, en una mesa organizada en el Pabellón de España y moderada por la periodista de EL PAÍS en Barcelona Ana Pantaleoni, explicaron algunas de las innovaciones que han llevado a esta edición del congreso como Esther Arnaiz, presidenta de Spika Tech, que ha desarrollado un sistema de navegación cardíaca para tratar arritmias permitiendo ver el corazón; Julia de Juan Verger, directora de WDNA Weather, con una tecnología de observación meteorológica basada en el análisis de la perturbación de las ondas electromagnéticas; y Luis Falcón Martínez de Marañón, director general de In Atlas, que habló de la tecnología para calcular datos geoespaciales que permitan detectar oportunidades de crecimiento para captar clientes y expandir negocios.

También participó Fernando Rodríguez, cofundador y CLO de KeepCoding y reconocido por ayudar a transformar la educación tecnológica en España. “No somos competitivos”, dijo Rodríguez, para subrayar que ambos sectores deben ir de la mano.