Siemens Gamesa vende una división a ABB con dos fábricas y 400 trabajadores en España

Siemens Gamesa (SG) ha vendido una de sus divisiones, la de electrónica de potencia, a la multinacional ABB. Este negocio, integrado en la filial Gamesa Electric, está relacionado con el diseño y producción de convertidores, inversores y armarios de control para los sectores eólico, solar y de almacenamiento. Queda fuera de la desinversión la actividad de generadores, que se mantiene en la estructura de la participada de Siemens Energy (SE).

Ni SG ni ABB han comunicado el importe de la operación, porque han acordado “no revelar el precio de compra” por parte de la corporación helvética. El acuerdo incluye el traspaso a ABB de dos fábricas en España que cuentan con 400 empleados, entre trabajadores de planta e ingenieros. La desinversión alcanza a otros activos en Estados Unidos, China, India y Australia. La operación suma más acuerdos entre ambos grupos. ABB suministrará electrónica de potencia a las turbinas de Siemens Gamesa, tanto para los aerogeneradores terrestres como para los marinos.

Desde Siemens Gamesa han señalado que la desinversión forma parte de su estrategia de concentración en el negocio principal, la producción y posterior mantenimiento de turbinas. De paso, la empresa eólica capta como socio a “un líder tecnológico global” en el sector de la energía. La operación, según SG, impulsará el crecimiento del negocio de electrónica de Gamesa Electric, “reforzando el futuro de sus plantas de fabricación y empleados”.

Vinod Philip, vicepresidente ejecutivo de Energía Eólica de Siemens Energy (SE), accionista al 100% de la antigua Gamesa, ha señalado que “nuestro objetivo principal” para esta filial “es el de lograr la rentabilidad, lo que requiere un enfoque dedicado a nuestro negocio principal. La decisión de hacer o comprar es una consideración constante para nosotros y, en este caso, Gamesa Electric estará mejor posicionada para prosperar bajo el paraguas de ABB”.

Philip ha añadido que “a través de este acuerdo de cooperación, estamos asegurando capacidades esenciales. Me complace que hayamos encontrado una solución para nuestros casi 400 empleados, brindándoles mayor confianza y seguridad para el futuro”. SG prevé cerrar la transacción durante el segundo semestre de 2025. La operación queda pendiente de las aprobaciones regulatorias de las autoridades respectivas.

Por otro lado, Siemens Gamesa ha comenzado a aplicar el ajuste de plantilla anunciado.. El primer paso en España ha sido la presentación de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que afecta a unos 400 trabajadores, la mayoría de las fábricas de Asteasu (Gipuzkoa), de las dos de Burgos y del centro de Zamudio (Bizkaia), donde la empresa eólica tiene su sede. Durante el próximo año pondrá en marcha un programa de despidos que pudiera alcanzar a un número similar de empleados. Son las cifras anunciadas en su día pero que ahora comienzan a aplicarse. En relación con el ERTE, la propuesta de SG, que ha sido aceptada por los sindicatos, cubre con aportaciones de la empresa hasta el 85% del salario y el 100% de las pagas extras y de las vacaciones.

El parón de la actividad industrial de SG por los fallos en sus aerogeneradores terrestres 4.X y 5.X está detrás de estos números. EN septiembre pasado reinició su producción, que había abandonado desde el verano de 2023. Siemens Energy confía en la recuperación de su participada por el tirón de las energías renovables, como aportación clave a la descarbonización del planeta. Siemens Gamesa ha registrado unas pérdidas superiores a los 6.300 millones en los últimos años pero SE ha conseguido compensar estos números con la rentabilidad de sus otras divisiones, dedicadas a las actividades relacionadas con el gas, las redes inteligentes y la industria 4.0.

La antigua Gamesa, integrada en la estructura de Siemens en 2017, cuenta con nueve fábricas en España y con centros administrativos en Madrid, Sarriguren (Navarra) y Zamudio. Desde 2017 han pasado hasta tres consejeros delegados por la dirección de la compañía, que han sido sustituidos en el intento de volver a los beneficios. Para 2016, el grupo calcula que obtendrá un balance equilibrado.