El 53% de los españoles apoya el impuesto a la banca, según un estudio

El 53% de los españoles respalda la aprobación de un impuesto a la banca para gravar sus beneficios, mientras un 65% aboga por nuevas regulaciones a su actividad que protejan a los consumidores. Estos son algunos de los resultados del estudio RepCore Banca 2024 de la firma especializada Reputation Lab, que pone de manifiesto un desfase entre las expectativas de los ciudadanos y el desempeño del sector bancario español, cuya reputación ocupa la última posición entre los sistemas financieros de los 15 países iberoamericanos analizados en este informe.

La nueva tasa al sector, que es una prolongación durante tres años del gravamen extraordinario aprobado en 2022, con algunas modificaciones técnicas, es aparentemente una de las pocas certezas tras semanas de negociaciones a varias bandas entre el PSOE y otras formaciones políticas sobre la propuesta de la reforma fiscal. En cambio, la prórroga del impuesto que afecta a las grandes energéticas es uno de los asuntos que más dificultades están suponiendo para alcanzar acuerdos.

Además, del interés de la población en la tributación de la banca, el estudio —basado en más de 22.000 valoraciones— analiza el grado de admiración, respeto y confianza recibidos por cada entidad mediante el análisis de 25 atributos. Los consumidores han calificado a las entidades nacionales nueve puntos por debajo de la media analizada, con 46,1 puntos, que para Reputation Lab corresponde a un nivel moderado, pero en su rango bajo. “Es un aprobado raso”, matiza el informe.

De este modo, de acuerdo con los encuestados, entre las principales asignaturas pendientes de mejora para los bancos españoles están: el acceso al crédito, el cuidado al cliente, la educación financiera, el apoyo al emprendimiento, la transparencia, el comportamiento ético y el cuidado al medio ambiente.

En la otra cara de la moneda, el análisis —que evaluó a 88 bancos en toda la región— ha identificado que países como Honduras, donde la bancarización es limitada, lideran el índice con una reputación calificada como “fuerte” y un promedio de 56,3 puntos. En este sentido, se desprende que en las naciones con menores niveles de acceso al sistema financiero, los bancos son percibidos como actores esenciales en el desarrollo económico. En cambio, en contextos más avanzados como el español, la percepción del público está marcada por críticas a aspectos como el acceso al crédito, la transparencia y el compromiso ético.

El rol de la banca

Los encuestados coinciden en señalar que la banca tiene un papel esencial en la sociedad: ofrecer financiación, apoyar el emprendimiento y ayudar en la construcción de proyectos de vida para familias y jóvenes. También reconocen su importancia en la promoción de la educación financiera como pilar del desarrollo económico. Sin embargo, el grado de cumplimiento percibido de estas funciones es bajo en términos generales, lo que alimenta una percepción negativa de la población.

Para Fernando Prado, socio de Reputation Lab, existe una correlación directa entre la reputación de los bancos y las actitudes de los consumidores frente a la intervención del Gobierno. “Una reputación débil del sector bancario posiciona a una gran mayoría de los entrevistados a favor de una mayor regulación sobre los bancos para proteger a los consumidores o la introducción de impuestos especiales para las entidades de crédito”, explica Prado.