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El grupo húngaro Ganz-MaVag retira la oferta de compra por Talgo tras el veto del Gobierno

La Comisión Europea había avalado este jueves la decisión del Consejo de Ministros

Instalaciones de Talgo en Madrid.
Instalaciones de Talgo en Madrid.Violeta Santos Moura (REUTERS)

El consejo de administración del grupo húngaro Ganz-MaVag ha decidido este jueves retirar su oferta pública de adquisición (opa) por el fabricante español de trenes Talgo, después del veto del Gobierno español conocido este pasado martes, y de que la Comisión Europea haya avalado este jueves la decisión del Ejecutivo.

Fuentes del consorcio húngaro confirman a este periódico la retirada de la oferta, información avanzada por El Correo. La misma, lanzada en marzo, consistía en un precio 5 euros por título, y valoraba el grupo español en 620 millones de euros.

La opa contaba con el visto bueno de los accionistas del fabricante ferroviario, pero contó con las reticencias del Gobierno desde su lanzamiento. Finalmente, este martes el Consejo de Ministros aprobó el veto a la misma, aduciendo “riesgos para la seguridad nacional”.

Los inversores húngaros estaban ante un callejón con pocas salidas, ante lo inédito de la decisión del Ejecutivo español y el respaldo de Bruselas, que este martes subrayó que el veto es una “prerrogativa” de los Estados, además de no observar objeciones a la decisión española. Según subrayó una portavoz, Madrid ni siquiera tenía obligación de informarle con prioridad —aunque según varias fuentes gubernamentales sí lo ha hecho— antes de dar ese paso. Y pese a las amenazas de la empresa húngara de acudir al Ejecutivo europeo para rebatir la decisión, a la sede de la institución en la capital belga todavía no ha llegado queja alguna, tampoco desde el Gobierno de Víktor Orbán.

Si Ganz-Mavag hubiese decidido seguir adelante con la oferta, el artículo 26.2 del reglamento de opas hubiese impedido que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) autorizara la oferta con la oposición del Ejecutivo. “Cuando la oferta pública de adquisición requiera de la autorización o no oposición de cualquier otro organismo o notificación previa de la operación a otro organismo, podrá presentarse la solicitud de autorización de la oferta sin haber solicitado ni obtenido la autorización, no oposición o simple notificación. No obstante, la Comisión Nacional del Mercado de Valores no autorizará la oferta hasta que no se le acredite la obtención de la correspondiente autorización, no oposición, o simple notificación, salvo que hayan transcurrido los plazos para entender que la autorización se ha concedido por silencio administrativo”, reza la legislación.

El Gobierno decidió vetar la oferta húngara después de recibir el expediente de la Junta de Inversiones Exteriores (Jinvex), que incorpora informes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y de Seguridad Nacional. Los mismos fueron clave para el veto, ya que estos, como informó EL PAÍS, demostrarían la vinculación entre Ganz-MaVag con una trama rusa, después de un análisis que se ha desarrollado durante los últimos 18 meses, antes incluso de la presentación formal de la oferta en marzo.

Ganz-MaVag Europe es un consorcio cuyo 45% corresponde a un fondo de inversión estatal que pertenece al Ministerio de Economía húngaro, llamado Corvinus International Investment, mientras que el 55% está en posesión de la compañía ferroviaria de Hungría, Magyar Vagón.

András Tombor, representante de Ganz-Mavag, durante la entrevista el 3 de julio en Madrid.
András Tombor, representante de Ganz-Mavag, durante la entrevista el 3 de julio en Madrid.Samuel Sánchez

Esta última mantuvo una relación estratégica con la rusa Transmashholding (THM) antes de la invasión de Ucrania. THM salió del accionariado de la joint venture que compartían cuando Washington y Bruselas empezaron a establecer sanciones contra los intereses empresariales de Rusia. Pero los informes apuntan a que el grupo ruso y el húngaro mantienen conexiones informales.

Los representantes de Ganz-MaVag han intentado rebajar estas relaciones desde que se conociese su ofensiva para adquirir Talgo. András Tombor, cabeza visible del proyecto húngaro en España, no ha negado nunca esas relaciones, si bien ha argumentado que se cortaron casi en su totalidad tras la invasión de Ucrania. Pero los informes del CNI ponen en cuarentena ese planteamiento y defienden que, de facto, los movimientos societarios que desvincularon ambos grupos empresariales son un mero maquillaje.

El Consejo de Ministros tiene capacidad de veto a una opa extranjera gracias al blindaje en vigor hasta final de año, regulado a través del real decreto 571/2023, de 4 de julio, sobre inversiones exteriores. Este escudo fue articulado para evitar el abordaje de capital extranjero a empresas debilitadas por la pandemia y por los efectos de la invasión rusa de Ucrania. Eso sí, debe argumentarse la posición contraria, para lo que resulta clave el informe de la Jinvex, dependiente de la Secretaría de Estado de Comercio.

La Comisión Europea ha recordado este jueves que una decisión como esta es una prerrogativa de los Estados, descartando objeción alguna al veto a Ganz-Mavag, que lo llevará a los tribunales.

La retirada del consorcio húngaro, y la falta de alternativas a su oferta, deja en una situación de gran incertidumbre al futuro de Talgo, cuya capacidad industrial y financiera está limitada respecto a otras compañías de su sector en Europa.

La aparición del grupo checo Skoda Transportation, que ha reconocido su interés por Talgo, no cuenta por el momento con el favor de los accionistas del fabricante ferroviario, en tango que la propuesta habla de una combinación de fuerzas sin contraprestación económica.

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