Sordo pide “limitar” el acceso de las empresas al despido para incentivar otras medidas ante las crisis

El secretario general de CC OO, Unai Sordo, ha introducido este lunes una propuesta en la agenda sociolaboral que, con toda seguridad, no estará exenta de polémica al abogar por “limitar” el acceso de las empresas al despido de sus trabajadores, como medida para incentivar otras actuaciones alternativas en momentos de crisis, como se hizo, por ejemplo, con los ERTE en la crisis de la covid-19. Durante una intervención en el Ateneo de Madrid, ha admitido que esta propuesta “no es fácil” pero ha insistido en que “hay que dar una vuelta” a esta idea y “tricotar sobre ella”.

La reforma del actual esquema de indemnización por despido está dentro de la agenda del Gobierno acordada entre el PSOE y Sumar, no solo por la convicción de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de que debe existir una compensación “a la carta” más adecuada a la situación de cada trabajador despedido, resarcitoria y disuasoria, sino porque UGT y CC OO han recurrido el actual sistema indemnizatorio español a Consejo de Europa que podría instar a España a cambiar la ley en esta materia.

Para Sordo, “no se trata tanto de aumentar los días de indemnización sino de profundizar el cambio de inercia de como se gestionaban hasta ahora en España los momentos de crisis por parte de las empresas”. Según ha explicado, hasta la pandemia y la reforma laboral, en las compañías españolas estaba consolidada la idea de tener un colchón de temporales que servían para ajustar el empleo en los tiempos de crisis. “Hay que cambiar esta inercia —ha dicho Sordo— y que las empresas opten [en lugar de despedir] por la adaptación temporal de la jornada de trabajo, o por los procesos de formación permanente ligadas a esa reducción de tiempo de trabajo en esos momentos de crisis”.

En este sentido, y a la espera de que se conozca esta resolución del organismo comunitario, Sordo ha propuesto estudiar fórmulas para “la limitación en el recurso al despido” cuando las empresas tienen problemas. Y ha precisado, acto seguido, que estas limitaciones no serían para “estrangular” a esas compañías con dificultades sino para incentivar que tomen otras medidas alternativas al despido para solucionarlas.

Para ello, no ha apostado por ninguna medida limitatoria concreta sino que ha dicho que “hay que darle más vueltas a la cabeza” para diseñar posibles propuestas en lugar de centrarse en “los días de indemnización; ese no es ese el punto central”. Sí ha sugerido, en cambio, que establecer una indemnización mínima para todos los trabajadores, más allá de la antigüedad podría ayudar a que los empresarios se plantearan soluciones alternativas al despido. Aun así, todas estas medidas serán objeto de estudio en el diálogo social.

Sordo también ha lanzado un mensaje claro para la negociación de la subida del salario mínimo (SMI) que los interlocutores sociales negocian ahora con el Ministerio de Trabajo, al sugerir que este incremento debería estar como mínimo en torno al 5%. Durante la última reunión de la semana pasada, los responsables del departamento de Yolanda Díaz situaron esta negociación en la línea del 4% frente al 3% al que están dispuestos los empresarios y demandas cercanas al 10% de los sindicatos. Sin embargo, Sordo ha afinado hoy la propuesta de su organización y ha indicado que el incremento acumulado del SMI debería pasar del actual 47% al 52% como mínimo.

De esta forma, CC OO apostaría por una exigencia más modesta que la inicialmente planteada por los sindicatos, que se aproximaba al 10% que están subiendo los alimentos básicos en la cesta de la compra, y se situaría más en el entorno de lo que aumenta la inflación subyacente (4,5% en noviembre); la media de los salarios (5,2%, según la Encuesta Trimestral de Coste Laboral ) y los sueldos pactados por los nuevos convenios firmados este año (por encima del 4%).

Finalmente, dentro de la agenda sociolaboral que negociarán los interlocutores sociales con el Gobierno, Sordo ha apostado por una reducción legal de la jornada, como prevé el acuerdo de Gobierno entre PSOE y Sumar. Sin embargo, ha precisado que no debe de haber una sola fórmula para ello, porque más allá de dicha reducción legal, debe optarse por la “flexibilidad en la distribución” de la jornada y que sea la negociación colectiva la que “redistribuya” las horas anuales, semanales o diarias de trabajo en cada sector y empresa de forma diferenciada.

Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal