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Las empresas familiares mejoran su opinión sobre la situación económica pese a la inflación y la guerra

Más de la mitad de los directivos creen que aumentará su facturación el próximo año mejorando la percepción del año anterior. El 37% opina que aumentará la plantilla, dos puntos más

Andrés Sendagorta, presidente del Instituto de la empresa familiar.
Andrés Sendagorta, presidente del Instituto de la empresa familiar.RAFA MARTIN
J. Sérvulo González

Los empresarios familiares se muestran más optimistas sobre la situación económica que el año pasado pese a la persistencia de la inflación, las tensiones bélicas en Ucrania y Gaza y el endurecimiento de la política monetaria con la subida de los tipos de interés, según se desprende de la encuesta realizada a cerca de 600 ejecutivos y accionistas de compañías con origen familiar reunidos esta semana en Bilbao para participar en el XXVI congreso del Instituto de la Empresa Familiar (IEF). La mayoría de empresarios califica con un 5,03 la actual coyuntura económica en una escala en la que 0 es la peor puntuación y 9 la máxima. Se trata de la primera vez desde el inicio de la pandemia de la covid que la calificación supera el 5. El año pasado los empresarios dieron un aprobado raspado al clima económico con un 4,59.

Los empresarios mejora su sentimiento económico pese a que el enfriamiento de la economía se está reflejando en los indicadores económicos. La Autoridad Fiscal (Airef) elabora una estadística adelantada sobre el PIB, que refleja que la economía del tercer trimestre se congeló o se contrajo ligeramente. El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicará este viernes el dato sobre la evolución de la riqueza nacional entre junio y septiembre.

La mitad de los ejecutivos encuestados en esta edición cree que su compañía aumentará la facturación el próximo ejercicio, lo que supone una pequeña mejora respecto a la edición de 2022.

Aunque la percepción de los empresarios mejora, la mayoría, un 55%, cree que el crecimiento a corto y medio plazo de la economía española tendrá un crecimiento frágil de la actividad sin creación neta de empleo, un porcentaje mayor que en 2022. Aumenta, por tanto, el porcentaje de directivos que opina que la economía tendrá un moderado aumento con una limitada creación de empleo. Solo un 2% de los que han contestado el sondeo considera que se producirá un aumento rápido de la actividad económica con una intensa creación neta de empleo.

Los directivos también han sido preguntados sobre las perspectivas de creación de empleo en sus empresas. El 53% opina que mantendrá la plantilla actual. Por el contrario, un 10% de los que han respondido al sondeo prevé que reducirá el número de empleados de sus empresas, prácticamente los mismos que el año pasado (9%). Casi nueve de cada diez directivos manifiesta que tiene mucha o bastante dificultad para encontrar perfiles profesionales adecuados para su empresa. Se trata de uno de los ejes sobre los que gira el XXVI Congreso Nacional de la Empresa Familiar, organizado por el Instituto de la Empresa Familiar (IEF), con la colaboración de la Asociación de la Empresa Familiar de Euskadi (AEFAME) y el patrocinio de Banco Santander y KPMG, y al que asisten 600 empresarios familiares de toda España y de todos los sectores. Varios de los ejecutivos asistentes, que solo hablan bajo la condición de no dar su nombre, han recalcado durante esta mañana la falta de mano de obra como uno de los problemas a los que se enfrenta su empresa.

En ese sentido, el 60% de los propietarios de las empresas de origen familiar creen que la conciliación, la flexibilización, el teletrabajo es el principal factor para retener y atraer talento. Otro 57% opina que las condiciones económicas siguen siendo el primer factor para fichar y mantener a los empleados en un momento en que los trabajadores han perdido poder adquisitivo debido a la escalada de precios de los últimos años. Solo un 12% considera que la localización de su compañía es un factor decisivo para contratar nuevos empleados.

La encuesta que realiza el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) desde hace más de diez años también pregunta a los empresarios sobre cuál debería ser las prioridades del próximo Gobierno. En un momento político complejo, en el que aún no se ha formado Gobierno tras las elecciones del pasado 23 de junio, y en el que el presidente del partido socialista, Pedro Sánchez, trata de cerrar un acuerdo para la investidura con los partidos de izquierda, los nacionalistas e independentistas vascos y catalanes, los directivos creen que la prioridad del próximo Gobierno debe ser recuperar “la estabilidad institucional”. Un 51% de los ejecutivos de empresas familiares encuestados ha seleccionado esa opción sobre la adecuación de la educación y formación a las necesidades actuales (32%), adecuación de la educación y formación a las necesidades actuales (31%), reducir la complejidad regulatoria (28%) o mejorar el funcionamiento de la Administración Pública (27%).

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Sobre la firma

J. Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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