Eidf corrige sus cuentas cuatro meses después de ver suspendida su cotización
La empresa amortiza pagarés por 13 millones y vende varios activos para evitar los números rojos en el fondo de maniobra
Después de cuatro meses con la cotización suspendida en el BME Growth por problemas con la auditoría y sin dar apenas explicaciones, la empresa gallega de instalaciones renovables Eidf emitió un comunicado este jueves con el resumen de sus cuentas, en las que refleja una facturación de 369 millones y un beneficio bruto de explotación (ebitda) agregado de 33 millones. En esas mismas cuentas figuran, no obstante, varias cifras distintas en concepto de ingresos y resultado de explotación en función de varias apreciaciones contables diferentes. “El retraso en su publicación cabe atribuirlo a diversos factores”, señala la compañía en la nota. “Si bien la auditoría se inició a principios de diciembre de 2022, la misma no ha finalizado hasta la remisión del informe en la fecha de hoy. Los administradores del grupo han solicitado un análisis forensic de determinadas áreas que remitió sus conclusiones el 26 de julio de 2023. Con todo ello, es con fecha de hoy que podemos dar a conocer al mercado los resultados correspondientes al ejercicio 2022″. La empresa presidida por Fernando Romero dice haber atendido al párrafo de énfasis del auditor, “y le ha dado la vuelta al fondo de maniobra del grupo mediante la amortización de pagarés por un importe de 13,2 millones de euros; la venta de contratos de compraventa de energía (PPAs) el pasado 14 de agosto, por importe de 26 millones de euros, y la obtención de un waiver (exención) de Iberian Direct Lending Fund por 19,5 millones de euros, lo que sitúa su fondo de maniobra en positivo, en 12,5 millones, a día de hoy”.
El consejero delegado de EiDF, Fernando Romero, afirma en una nota que “las incidencias documentales y las diferencias contables son consecuencia del gran crecimiento operativo del grupo, que ha superado con creces al del plan de negocio, lo que nos obliga a hacer un reajuste como compañía para fortalecer su estructura y su gobierno corporativo y, así, cumplir con los correspondientes criterios de auditoría”. La firma especializada en instalaciones de autoconsumo de energía solar fotovoltaica dice tener 452 proyectos en cartera con volumen de 126 MW, un catálogo de generación de 2.587 MW y 30.000 clientes en el área de comercialización, fundamentalmente pymes, con 1,2 Teravatios/hora (TWh) comercializados en electricidad y gas.
EiDF contrató a Deloitte en abril para realizar un análisis en profundidad de sus cuentas con el objeto de aclarar determinadas incidencias o discrepancias detectadas por PwC, su auditor, en el ejercicio 2022. De ese proceso surge el ajuste realizado. “Las correcciones recomendadas fueron las de un ajuste contable de 1,7 millones en la facturación del grupo por una diferencia de criterio contable en el grado de avance de unas obras. El informe también señaló la existencia de deficiencias en los procedimientos documentales que han supuesto que la compañía ponga en marcha un plan de actuación para, en el corto plazo, reforzar el gobierno corporativo y los procedimientos de control interno”.
En el marco de este plan de refuerzo y profesionalización de la gestión, la empresa está buscando reemplazo para los cargos de director financiero y director de operaciones. Asimismo, y dentro de este proceso de reorganización corporativa, se ha incluido “la valoración de la reordenación de las funciones ejecutivas, con el propósito de acomodarse a las modernas tendencias de gobierno corporativo, proclives a evitar la concentración de poderes en personas concretas”, en alusión, presumiblemente, a su presidente y actual consejero delegado.
Los resultados del año pasado reflejan que en las áreas de Autoconsumo y Generación han facturado 99 millones, lo que supone un incremento del 264% con respecto a la del año pasado. El área de Comercialización facturó 267 millones, lo que supone un incremento del 60%.
Tras el anuncio, ahora será el regulador el que valore si levanta la suspensión de los títulos, que quedaron congelados en 29,76 euros y que arrojan una capitalización teórica en el mercado de 1.721 millones. La mayor parte de las acciones están en manos de Fernando Romero (un 72%) a través de la sociedad Prosol Energía. Le siguen el empresario Alejandro Alorda, vicepresidente de muebles Kettal, que tiene 7,6% a través de Mas Investment y Julio Sergio Palmero con un 6,63%.
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