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La Reserva Federal hace una pausa en la subida de tipos de interés tras diez incrementos consecutivos

El banco central de EE UU evaluará el impacto del endurecimiento de la política monetaria sobre la inflación y la evolución económica

Jerome Powell, U.S. Federal Reserve Board Chairman
Jerome Powell, responsable de la Reserva Federal, este miércoles en Washington.DREW ANGERER (Getty Images via AFP)
María Antonia Sánchez-Vallejo

La Reserva Federal (Fed), el banco central estadounidense, ha pulsado el botón de pausa tras diez subidas consecutivas de los tipos de interés con el objetivo de domeñar la inflación. En vías de lograr su propósito, a juzgar por los datos del IPC de mayo —los más moderados desde abril de 2021, en cuanto a su tasa interanual—, los responsables de política monetaria del banco central han decidido pausar temporalmente el encarecimiento del dinero, que el mes anterior llegó al rango del 5%-5,25%, el nivel más alto desde 2007. La pausa no significa, sin embargo, una suspensión definitiva, puesto que no se descarta una nueva subida en su reunión de julio. Todo dependerá de la marcha del mercado laboral, sorprendentemente fuerte pero con señales de moderación en los salarios, y sobre todo del comportamiento de la inflación subyacente, enquistada en comparación con la general.

“Mantener el rango objetivo (de tipos de interés) en esta reunión permite al Comité evaluar la información adicional y sus implicaciones para la política monetaria”, ha dicho este miércoles el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, en sus siglas en inglés), el órgano director de la política monetaria, en una declaración unánime al término de la reunión de dos días. Las nuevas subidas de tipos “tendrán en cuenta el endurecimiento acumulado de la política monetaria, los retrasos con que esta afecta a la actividad económica y la inflación, y la evolución económica y financiera”, añade el comunicado. El FOMC también ha elevado la previsión de crecimiento para este año al 1% frente al 0,4% previsto en marzo, y rebajó ligeramente a 3,2% su pronóstico de inflación, desde el anterior 3,3%.

En su habitual comparecencia tras el anuncio del Comité, Jerome Powell, presidente de la Fed, corroboró que la entidad sigue firmemente comprometida a reducir la inflación al objetivo del 2%, un control necesario para lograr “un periodo sostenido de condiciones sólidas en el mercado laboral que beneficien a todos”, con un “mejor balance entre el mercado laboral y la demanda”. Powell subrayó que “casi todos los miembros del Comité creen que será apropiado subir más los tipos este año”. El mercado laboral continúa fuerte, añadió, pero hay señales de alerta, como cierta debilidad en el sector de la vivienda, y la misma presión inflacionista, “que continúa siendo alta”. Aunque se ha recorrido camino, recordó Powell, “reducir la inflación es una tarea ardua”. En su breve mensaje, Powell avisó de que tomará las decisiones “reunión a reunión”. “En esta reunión, a la vista de lo lejos y lo rápido que nos hemos movido, hemos considerado prudente dejarlos sin cambios”.

Powell, tras la rueda de prensa de este miércoles en Washington.
Powell, tras la rueda de prensa de este miércoles en Washington. KEVIN LAMARQUE (REUTERS)

A la vista de los datos de inflación de mayo, analistas e inversores apuntaban que la Reserva Federal no movería ficha esta vez, por primera vez en 15 meses. La esperada pausa de la Reserva Federal ha contribuido a impulsar algunos sectores sensibles a los tipos —en particular, los valores tecnológicos— en las últimas semanas, llevando el lunes a los índices Nasdaq y el S&P 500 a máximos de 14 meses, con el segundo en territorio alcista. Sin embargo, la previsión de una reanudación de las subidas ha hecho caer la Bolsa este miércoles. El S&P 500 interrumpió una racha de cuatro días de ganancias, mientras que el índice Dow Jones perdió más de un 1%. Los rendimientos de los bonos del Tesoro a dos años, más sensibles a los movimientos inminentes de la Reserva Federal, subieron nueve puntos básicos, hasta el 4,75%.

La persistente inflación subyacente, notable en el precio de los coches usados, las tarifas aéreas y el alojamiento vacacional, es motivo de preocupación. Según Michael Gapen, economista jefe del Bank of America, esta circunstancia mantendrá la presión sobre la Fed para subir los tipos este verano. “Un salto no es lo mismo que una pausa prolongada”, escribió en una nota previa a la publicación del IPC de mayo. Otro de los factores a considerar por el FOMC es el efecto que la quiebra de tres bancos regionales tenga en la concesión de préstamos, agravando la caída del crédito. La demanda de préstamos ha caído a medida que subían los tipos de interés.

Para Callie Cox, analista de mercados de la plataforma de inversión en multiactivos eToro, “el aterrizaje suave [de la economía] aún parece posible”. “La Fed sigue controlando la inflación, el mercado laboral sigue lo suficientemente fuerte como para protegernos de una recesión y los precios se están enfriando significativamente”, explicaba este martes en una nota a clientes.

“La evolución de la inflación también da a la Fed un amplio margen para hacer una pausa en las subidas de tipos. La inflación de los servicios excluidos los alquileres —la medida que Powell ha reclamado en las últimas reuniones— está ahora en línea con el IPC general. Se trata de un avance importante. Por fin, la Reserva Federal avanza en la contención de la demanda”. El ritmo de subidas desde marzo de 2022 ha sido el más agresivo desde los años ochenta.

Una pausa, sin embargo, “no significa que la Reserva Federal esté aflojando su control sobre la economía”, subraya Cox. “Los tipos siguen en máximos de 15 años, y la Fed no tiene motivos para bajarlos a menos que veamos indicios de recesión en el mercado laboral. Aunque el riesgo de una inflación persistentemente alta está desapareciendo poco a poco, aún tenemos que ver todos los efectos del endurecimiento sobre la economía”.

Según apuntan algunos analistas, “saltarse” una subida de tipos en la reunión de esta semana puede ser la forma más eficaz de que Powell cohesione a un comité de política monetaria dividido entre halcones y palomas. Los 18 miembros del FOMC se reparten entre los que están a favor de una o dos subidas más de tipos y los que querrían dejar el tipo clave de la Fed sin cambios durante al menos unos meses, para ver si la inflación se modera aún más, por temor a que una subida demasiado agresiva incremente el riesgo de provocar una profunda recesión.

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