¿Cómo me afecta la reforma del PVPC? Las claves de la nueva tarifa regulada de la luz
El mercado al que están acogidos uno de cada tres hogares españoles será más estable a partir del año que viene, aunque la factura no necesariamente saldrá más barata
Luz verde, con retraso, a la esperada reforma del mercado regulado de la luz que promete reducir la volatilidad en la factura que pagan nueve millones de usuarios españoles, uno de cada tres. Más de medio año después de lo pactado con la Comisión Europea, el Consejo de Ministros dio el martes su visto bueno al nuevo esquema, en el que el recibo no dependerá únicamente del volátil mercado al contado —que fluctúa hora tras hora, día tras día— para incorporar referencias a plazo.
¿Por qué ahora?
Aunque el giro de guion en el calendario electoral —con la convocatoria de comicios anticipados— ha provocado que la reforma del PVPC (Precio Voluntario del Pequeño Consumidor) haya terminado de cristalizar a menos de seis semanas vista de la cita con las urnas, esta llega, en realidad, con retraso: en la negociación para la puesta en marcha de la excepción ibérica, el Gobierno se comprometió con Bruselas a tenerla lista en octubre del año pasado.
¿Qué pretende?
La reforma no busca necesariamente abaratar la factura, sino estabilizarla. Es decir, suavizar los picos cuando el precio del gas (con el que se genera parte de la electricidad) sube o cuando la necesidad de combustibles fósiles aumenta porque la aportación renovable es menor. Aunque en los últimos meses los consumidores acogidos al PVPC han vuelto a pagar menos que la mayoría de quienes optan por el mercado libre, también fueron quienes más sufrieron la escalada en los peores meses de la crisis energética, en los que el estallido del mercado mayorista se trasladó directamente a sus recibos, plasmándose en facturas astronómicas, nunca antes vistas.
¿Cómo se calculará el precio?
Si hasta ahora los consumidores acogidos al mercado regulado de la luz ven íntegramente reflejada en su factura la cotización de la luz en el mercado mayorista, a partir del próximo 1 de enero ya no será así: el 75% del precio que pagan provendrá de ese mercado al contado y el 25% estará vinculado a los contratos de futuros, por definición más estables y previsibles. Un año después, en 2025, la relación pasará a ser del 40% y el 60%. Y en 2026 se llegará 55% y el 45%, que será la cifra que prevalezca a partir de entonces. En otras palabras: el mercado al contado seguirá siendo mayoritario en todo momento, para que siga habiendo una señal de precios que lleve a consumir en los momentos en los que la fotovoltaica y la eólica cubren la mayor parte del mix. Pero irá perdiendo peso con el paso de los años.
¿Cómo se construirá la cesta de futuros?
La parte del recibo que pasará a depender de los mercados a plazo de la luz beberá en un 54% de la cotización del megavatio hora (MWh) a un año vista, donde la variación es menor. El resto se construirá a partir de las referencias trimestrales (36%) y mensuales (10%). El cálculo se revisará cada mes y se hará público por el operador del sistema, según explican fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
¿Será más cara o más barata que hasta ahora?
Dependerá de la evolución del mercado al contado y del de futuros. De hecho, la vicepresidenta tercera del Gobierno y responsable de energía, Teresa Ribera, ha reconocido este mismo martes que la reforma podría acabar en un “pequeño incremento del coste promedio”. Lo único claro es que, a igualdad de consumo, las facturas serán más estables cada mes.
¿Debo hacer algo para beneficiarme de esta nueva tarifa?
Si ya está en el mercado regulado, no tiene que hacer nada: las nuevas condiciones se aplicarán a todos los clientes que hayan optado por el PVPC. Si, por el contrario, está en el mercado y libre y cree que le puede interesar, debería contactar con las cuatro eléctricas que operan en él: Energía XXI (Endesa), Curenergía (Iberdrola), Comercializadora Regulada Gas&Power (Endesa) y Baser (TotalEnergies). A diferencia de las del mercado libre, los márgenes de estas los fija el Ejecutivo.
Estoy en el mercado libre, ¿merece la pena cambiarme?
También depende. Tanto de la tarifa que tenga contratada en el mercado libre —muy grosso modo, por encima de los 15 céntimos de euro por kilovatio hora (KWh) empieza a ser conveniente, aunque haya días, semanas y meses que se pague más en el regulado— como del aguante o la disposición del consumidor para asumir grandes variaciones en el precio de la luz o su preferencia por asegurarse una tarifa estable y no tan cambiante. Como norma general, el regulado suele ser más conveniente para aquellos clientes que son capaces de desplazar buena parte de su consumo a las horas centrales del día, que es cuando la luz suele ser más barata por la pujanza de la solar. Quienes opten por irse al regulado, pueden —y deben— consultar el precio de cada franja horaria en la página web de Red Eléctrica de España (REE).
Quiero seguir dependiendo al 100% del mercado mayorista. ¿Puedo?
Sí, pero no en el mercado regulado. Quienes quieran optar por esta opción tendrán que cambiarse a una tarifa dinámica de las que ofertan las comercializadoras del mercado libre. La directiva europea obliga a las comercializadoras de mayor tamaño (las que tienen 200.000 clientes o más) a ofrecer estas alternativas.
¿Podrán las grandes empresas acogerse al PVPC?
Muchas no. A diferencia de lo que ocurría hasta ahora, cuando el único requisito para poder estar en el mercado regulado de la luz era tener una potencia contratada de, como máximo, 10 kilovatios (KW), a partir del 1 de enero de 2024 las compañías que quieran acogerse a esta tarifa tendrán que acreditar ante la comercializadora su condición de microempresa: menos de 250 empleados y hasta 50 millones de euros de facturación anual.
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