El Gobierno y los controladores aéreos sellan la paz tras más de una década de conflicto

Enaire y los sindicatos mayoritarios USCA y OCCA han alcanzado un acuerdo sobre el III Convenio Colectivo que regirá las condiciones laborales de los controladores en los próximos cinco años, prorrogables por otros cinco. El acuerdo, que afecta a un colectivo de 2.100 profesionales, es el tercero que se produce en 24 años, y el primero desde 2011. Desde aquel año, las relaciones laborales de los controladores de la sociedad pública se han fijado por un laudo arbitral tras el conflicto que mantuvieron con el Gobierno presidido entonces por José Luis Rodríguez Zapatero, y que llevó al cierre del espacio aéreo y la declaración del estado de alarma en 2010. Desde entonces, la relación entre la empresa pública y los sindicatos se ha visto salpicada por la judicialización de asuntos como los despidos, los horarios o las condiciones laborales.

El convenio firmado este miércoles mantiene las condiciones salariales actuales, firmadas en 2018, pero “simplifica y racionaliza” los complementos y el pago de horas extras que cobran actualmente los controladores en función de variables como la antigüedad en el cargo. De esta forma, se estima que la masa salarial total se mantenga ahora pero se reduzca en 2027 un 12% respecto a la de 2019, teniendo en cuenta la jubilación de los trabajadores más antiguos (los que más cobran) y el incremento de la plantilla prevista, según han informado fuentes conocedoras del convenio. Asimismo, mejorará la eficiencia de los servicios al reducirse paulatinamente el coste unitario por controlador mientras se mantiene la jornada laboral en 1.615 horas.

El acuerdo despeja además la amenaza de huelga para este verano y garantiza la paz social durante cinco años de un colectivo especialmente sensible para el tráfico aéreo. Este verano se prevé récord de pasajeros y problemas derivados de las protestas de otros colectivos, como las huelgas de pilotos de Air Europa y Air Nostrum, o los paros de los controladores franceses.

Fin de la conflictividad

La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, de la que depende orgánicamente Enaire, ha destacado que este acuerdo permitirá aumentar “la eficiencia, la calidad, la flexibilidad y la robustez de los servicios de Enaire disipando el fantasma de la conflictividad en un colectivo que presta un servicio crucial para un sector tan importante en nuestra economía como es la aviación”.

El acuerdo establece unas condiciones laborales que harán posible aumentar la eficiencia y la productividad operativa de Enaire y la calidad, flexibilidad y robustez de los servicios que presta, a la que vez que se mejora la carrera profesional y la conciliación de los controladores, según el ministerio.

El secretario de Estado y presidente de Enaire, David Lucas, ha agradecido a los sindicatos mayoritarios “su altura de miras” y ha afirmado que “permitirá a Enaire aumentar su competitividad, reducir sus costes de funcionamiento y cumplir con los objetivos fijados para España por la Comisión Europea en sus Planes de Rendimiento”.

El convenio no afecta a los 160 controladores de las empresas privadas Skyway (antigua FerroNATS) y Saerco, que prestan servicio en las 12 torres parcialmente privatizadas desde 2011 (Sabadell, Madrid-Cuatro Vientos; A Coruña, Alicante, Ibiza, Jerez, Sevilla, Valencia, Vigo, La Palma, Lanzarote y Fuerteventura). Este colectivo está protagonizando paros para que se equiparen sus condiciones a la los compañeros de Enaire.

El acuerdo alcanzado este lunes para este convenio colectivo contó con diez votos a favor de los sindicatos USCA y OCCA, que representan a más del 80% de los controladores aéreos de Enaire, y solo dos votos en contra de los sindicatos SPICA y SNCA.

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