Breton exige a Musk que refuerce su política de moderación de contenidos y desinformación en Twitter

Twitter tiene que cumplir con la nueva norma europea que exige a los grandes actores del universo digital (Facebook, Google o Microsoft, además de la red social) extremen el control sobre el contenido que ofrecen. Esto es lo que le habría exigido el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, en la reunión telemática que han mantenido con el magnate Elon Musk, que recientemente ha adquirido Twitter y ha relajado mucho los controles que hasta ahora mantenía la compañía sobre desinformación y mensajes de odio. De hecho, el pasado sábado declaró una especie de “amnistía general” a las cuentas suspendidas por estos motivos si no han incumplido la ley.

No cumplir con el nuevo reglamento que ha entrado en vigor este mes, conlleva unas sanciones que pueden llegar hasta el 6% de los ingresos globales de la empresa. Tomando la facturación de 2021, para Twitter eso podría suponer una multa de unos 300 millones de euros. Si la infracción se reitera, la nota emitida por el departamento de Breton recuerda que puede llevar a la suspensión de las actividades en el mercado único de la Unión Europea.

Breton y Musk mantienen una relación particular desde hace meses. El comisario francés no dudó en hacerse fotos con el dueño de Twitter y Tesla en el viaje que hizo a Estados Unidos hace unos meses, pero, al mismo tiempo, ha tratado de marcarle límites al magnate. Lo hizo el pasado 28 de octubre, día en que se oficializó la compra de Twitter definitivamente. Entonces Musk puso un mensaje en la red social diciendo que “el pájaro está libre”, en referencia al logotipo de la empresa. Breton entró al trapo -sin haber sido interpelado- y respondió con un mensaje en el que le decía al nuevo dueño de la red: “En Europa, el pájaro volará bajo nuestras normas europeas”.

Un mes después de esta conversación pública ambos protagonistas han mantenido una privada en la que, según el comunicado emitido por el departamento de Breton, el comisario le ha recordado que “hay que tener claro que aún queda un enorme trabajo por delante, ya que Twitter tendrá que aplicar políticas de usuario transparentes, reforzar significativamente la moderación de contenidos y proteger la libertad de expresión, abordar la desinformación con determinación y limitar la publicidad dirigida”. “Todo esto requiere suficiente inteligencia artificial y recursos humanos, tanto en volumen como en habilidades. Espero que se produzcan avances en todas estas áreas y llegaremos a evaluar la preparación de Twitter in situ”, ha explicado.

La última parte de estas palabra se refiere a la visita que funcionarios de la Comisión Europea harán a comienzos del próximo año a la sede central de Twitter para comprobar que la compañía cumple con los plazos legales y está lista para adaptarse a las exigencias del reglamento de servicios digitales.

Esta norma entró en vigor hace unas semanas, pero deja a las empresas hasta 15 meses para que se adapten a su cumplimiento. El reglamento, que como tal no exige una trasposición a las normas nacionales de cada país, requiere en materia de moderación de contenidos, por ejemplo, que las empresas publiquen una vez al año un informe con lo que están desplegando sobre este punto. En ese análisis, las empresas deberán prestar atención a la difusión de contenidos ilegales con impacto negativo sobre los derechos fundamentales, sus consecuencias en procesos democráticos, como las elecciones, la seguridad pública, la violencia de género, la salud mental o sobre los menores.

También exige que se informe a las autoridades policiales sobre las sospechas de delitos que se estén dando en la red. Las obligaciones que impone la norma europea en este campo se refuerzan cuando se trata de grandes operadores del mercado digital, aquellos que controlan más de un 10% del mercado en el sector en el que operan (tener más de 45 millones de usuarios, por ejemplo).