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Shakira defiende su “labor filantrópica” y afirma que ha pagado 90 millones a la Hacienda española

La cantante alega que tuvo encuentros “esporádicos” con Piqué hasta finales de 2014, cuando decidieron vivir juntos en Barcelona

Un momento de la actuación de Shakira en el intermedio de la Super Bowl celebrada el 2 de febrero de 2020 en Miami. Foto: KEVIN MAZUR (GETTY) | Vídeo: EPV
Jesús García Bueno

Shakira ha cambiado de abogado en la causa por fraude fiscal que la llevará al banquillo de los acusados, pero su línea argumental apenas se ha movido: insiste en que no vivió en España de forma estable hasta 2015, y por lo tanto, no debía pagar aquí sus impuestos. Cuatro meses después de saber que la Fiscalía le pide más de ocho años de cárcel, la cantante colombiana ha presentado ante la jueza su escrito de defensa. Shakira afirma que sus compromisos profesionales y su “labor filantrópica” la llevaron a “desplazarse por multitud de países” de todo el mundo hasta que, a finales de 2014, decidió fijar su residencia en Barcelona junto al exfutbolista del Barça y expareja sentimental Gerard Piqué.

Desde que se esfumó la posibilidad de un pacto con la Fiscalía, Shakira ha elevado el tono de sus críticas hacia las autoridades españolas. En su escrito, al que ha accedido EL PAÍS, acusa a la Agencia Tributaria de un “desmedido afán recaudatorio” y de querer “instrumentalizarla con fines ejemplarizantes”. La artista señala que, desde el año 2011, ha pagado 104 millones de euros en impuestos en todo el mundo, de ellos, 90 millones en España. Y recuerda que, desde el primer día ―antes incluso de la querella― devolvió de forma voluntaria el dinero que le reclamaba Hacienda.

La Fiscalía sostiene que, entre 2012 y 2014, Shakira pasó en España 183 días o más, el requisito que fija la ley para que un ciudadano sea considerado residente fiscal. En ese periodo, defraudó presuntamente 14,5 millones en los impuestos de IRPF y patrimonio. El ministerio público, que durante las negociaciones se abrió a la posibilidad de una pena que no supusiera el ingreso en prisión de la cantante, solicita ocho años y dos meses de cárcel y el pago de una multa adicional de 23,7 millones de euros. Esa es la tesis que ahora trata de desacreditar la defensa de la cantante, que lidera el penalista barcelonés Pau Molins, en el tercer cambio de abogados desde que comenzó la causa.

La acusación “se basa en la errónea suposición de que la señora [Isabel] Mebarak [Ripoll] habría residido en nuestro país desde el año 2011”. Los abogados insisten en que Shakira fue residente fiscal en Bahamas desde 2004 y esgrimen un certificado emitido por las autoridades de aquel país. Pero la acusación ya había desmontado previamente el argumento: ese certificado se emite a quien compra una vivienda de cierto valor económico, con independencia de que viva o no allí.

“No existía un compromiso firme”

Con independencia del asunto de Bahamas, la defensa asegura que Shakira era una mujer muy ocupada que se veía “obligada” a viajar por todo el mundo. En el verano de 2010, conoció a Piqué en el Mundial de Sudáfrica. Y al año siguiente empezó a visitar “esporádicamente” España para “encontrarse con el deportista en los escasos días libres que le permitía su intensa agenda profesional”. La defensa apunta, como argumento para reforzar su tesis, que “no existía entre ambos un compromiso firme, debido a sus respectivas situaciones personales”. La artista y el defensa del Barça solo se veían en “periodos vacacionales” o “desplazamientos fugaces”, en Barcelona o en “otros lugares del mundo”.

La situación apenas cambió, asegura Shakira, hasta finales de 2014, cuando decidieron fijar su residencia estable en Barcelona con motivo del nacimiento del segundo hijo de la pareja (Sasha, en enero de 2015) y la escolarización del primogénito, Milan. La decisión coincidió con la “controvertida renovación del contrato”, por cinco años más, de Piqué con el Barça.

Los abogados critican la investigación de los inspectores de Hacienda, que solicitaron información médica y acudieron a las peluquerías y centros de estética donde se atendía a la cantante para acreditar su residencia en España. A juicio de la defensa, esas medidas “vulneran el derecho a la intimidad” de Shakira. También reprochan que el uso de tarjetas de crédito a nombre de Shakira en lugares distintos sea un indicio. “Salvo que posea el don de la ubicuidad, los gastos con sus tarjetas en absoluto sirven para probar la presencia física de la artista”.

Shakira se reivindica en su escrito. Asegura que siempre ha dado a sus asesores la instrucción de “pagar todos los impuestos allá donde se deba”. E insiste en que no tiene ninguna “necesidad” de “crearse complicaciones con el fisco”. A la “dilatada trayectoria internacional” se une su “extensa labor filantrópica”, recuerda la defensa, a través de la Fundación Pies Descalzos o de América Latina en Acción Solidaria (ALAS). La cantante subraya que en 2003 fue nombrada embajadora de buena voluntad de Unicef y que en 2011 fue designada asesora por el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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