Abengoa se decanta por Urbas para que adquiera sus activos y salve a la compañía

Abengoa se ha decantado por la oferta del grupo Urbas para que adquiera los activos de la compañía y pueda formalizar el concurso de acreedores que debe presentar antes del 31 de octubre, ya que el 30 de este mes vence el preconcurso, según ha podido conocer este diario de fuentes cercanas a su consejo de administración, que se ha reunido en la tarde de este jueves. Abenewco1 —la filial que concentra todos los activos de la compañía, tras la disolución de la matriz, Abengoa SA― y sus 27 unidades de negocio han fiado su futuro a la propuesta de la empresa, frente a la de las otras tres compañías que habían presentado sus planes, por entender que es la que mejor cumple con todos los requisitos establecidos en la ley.

Abengoa tiene de plazo hasta el 31 de octubre para presentar la declaración de concurso y la oferta de Urbas al Juzgado de lo Mercantil Número 3 de Sevilla. A partir de ese momento, el juez otorgará 15 días para que se presenten otras ofertas y que los acreedeores hagan sus alegaciones. Si en ese tiempo se presentan otros postores, el juez dará otros tres días de plazo para mejorar las que se hayan presentado. El administrador concursal emitirá su evaluación de cada una de ellas y quedará en manos del magistrado decidir en manos de quién se queda la compañía.

La oferta de Urbas, que era la que a priori contaba con el visto bueno de la banca española, abarca un mayor espectro de los ámbitos de negocio de Abengoa que las presentadas por otras compañías, como Técnicas Reunidas, que solo estaba interesada por la industria fotovoltaica. Las otras dos compañías interesadas que se han quedado a las puertas de adquirir a la empresa sevillana eran Ultramar y Terramar-Sinclair Capital. Abengoa siempre ha querido dar prioridad a las propuestas que buscaran comprar la totalidad de la entidad.

Abenewco1 y casi una treintena de sus filiales entraron en preconcurso de acreedores el pasado 30 de junio después de que la SEPI se negara a su última petición de rescate de 249 millones de euros. La firma de ingeniería acumula una deuda de más de 4.000 millones de euros y si prospera su venta podrá mantener a flote a sus casi 10.000 trabajadores, de los que alrededor de 2.000 están en Andalucía.