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Gorillas reduce su actividad en España a 12 centros de reparto para intentar ser rentable

La plataforma de entregas ultrarrápidas retoma la actividad tras suspender el servicio en agosto y despedir al 40% de la plantilla

Gorillas
Repartidos de Gorillas en Berlín.TOBIAS SCHWARZ (AFP)
Cristina Galindo

Gorillas, la plataforma alemana de entregas ultrarrápidas que promete llevar la compra a domicilio “en minutos”, va a concentrar sus esfuerzos en los centros de reparto que considera más eficientes en España con el objetivo de tener beneficios operativos (Ebitda) en el verano de 2023, un año antes de lo planeado, y convencer a los inversores de que es un negocio con futuro. La empresa ha reducido de 20 a 12 el número de almacenes en las ciudades en las que está presente: Madrid, Barcelona y Valencia. La medida se ha puesto en marcha tras suspender temporalmente la actividad en agosto y realizar un recorte del 40% de la plantilla.

La empresa ha retomado la actividad esta semana tras “un descanso por vacaciones” y para revisar la operativa del negocio, según explica su directora general, Magdalena Szuszkiewicz. Ha cerrado su actividad en Alicante y ha presentado un expediente de regulación de empleo (ERE) para 212 empleados.

Las medidas tomadas responden a la situación financiera de Gorillas, que está en pérdidas. A nivel mundial también ha anunciado recortes para satisfacer a los inversores, que han reclamado un ajuste de costes por la coyuntura global desfavorable y la caída de las Bolsas, que hacen que muchos fondos de inversión prefieran elegir empresas más consolidadas en lugar de firmas con un perfil más arriesgado.

El objetivo es avanzar un año la entrada en beneficios operativos, a junio de 2023, para mostrar a los inversores el potencial de la empresa y seguir operando en España, aunque el sector está sufriendo en general (Gopuff acaba de abandonar España). El exceso de competencia y la incertidumbre económica por la elevada inflación y los costes de la energía han pasado factura a un negocio que ya tenía dificultades por lo general para rentabilizar su actividad.

Gorillas negocia con un fondo de capital riesgo estadounidense desde hace unas semanas para una posible entrada en el capital y, según añade Szuszkiewicz, la empresa está abierta a nuevos inversores para apuntalar el negocio en España, donde llegó hace poco más de un año.

La empresa recortó 300 empleos en su sede central en Alemania en junio y anunció que iba a centrar sus esfuerzos en los países en los que está más consolidada: Alemania, Reino Unido, Francia y Países Bajos. De España se espera que busque un socio estratégico para seguir operando.

En junio, Gorillas indicó que esperaba cerrar un acuerdo con un socio a finales de julio, pero finalmente no ha sido así. Szuszkiewicz explica que los planes de le empresa de reparto pasan ahora por esperar hasta noviembre o diciembre para hacer un primer balance de la nueva operativa en España. “Nos hemos quedado con un equipo súper fuerte y vamos a seguir luchando”, comenta la directiva. “Este año queremos asentar las bases para crecer porque las empresas que consigan seguir en este sector van a tener muchas oportunidades para captar mercado”, asegura.

La totalidad de la plantilla de Gorillas tiene contrato indefinido. La empresa funciona como un supermercado, que guarda sus productos en locales en el centro de las ciudades, y reparte los pedidos con bicicletas en tiempo récord (entre 10 y 20 minutos).

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Sobre la firma

Cristina Galindo
Es periodista de la sección de Economía. Ha trabajado anteriormente en Internacional y los suplementos Domingo e Ideas.

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