El IPC roza el 10%. ¿Qué pasa con las pensiones? ¿Perderán poder adquisitivo quienes las cobran?

El Índice de Precios al Consumo (IPC) se acerca al doble dígito tras cerrar marzo en el 9,8%, una cifra que la vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño, ha calificado ya de “inaceptable”. Ese número no solo se refleja en el coste de la cesta de la compra, sino que tiene un sinfín de implicaciones. La principal: si la nómina no sube en la misma proporción, se pierde poder adquisitivo. ¿Qué ocurre con las pensiones? ¿Se actualizarán en esa proporción? ¿Perderán capacidad de compra quienes dependen de una prestación? Estas son algunas de las claves sobre las pensiones.

¿Mi pensión se actualizará de acuerdo con el coste de la vida?

Sí. La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, ha asegurado esta semana que las pensiones se revalorizarán en 2023 de acuerdo con el IPC. Y añadió que también se actualizarán cuando ese índice alcance los dos dígitos. Eso está asegurado desde diciembre, cuando se derogó el factor de sostenibilidad y se fijó el IPC como referencia para mantener el poder adquisitivo de las prestaciones.

¿Con qué dato se actualizan esas prestaciones?

A partir de este año, ya no se subirán sobre la base de las proyecciones del Gobierno –que se corregían mediante la llamada paguilla de enero—, sino que las prestaciones para 2023 se subirán con la media del IPC resultante del periodo de entre diciembre de 2021 y noviembre de 2022.

¿Llegará el IPC a los dos dígitos?

Es pronto para decirlo y dependerá de cómo discurra la guerra de Ucrania. A pesar de que ahora el IPC se acerca al 10%, las proyecciones más recientes señalan que la inflación media no será tan elevada. Funcas prevé que esta sea del 6,8% para 2022, mientras que el Banco de España prevé que ascienda al 7,5%. Aun así, esa previsión es la media para el conjunto de 2022, mientras que el Gobierno toma como referencia los 12 meses que discurran entre diciembre de 2021 y noviembre de 2022.

¿Puede ser menor?

A pesar de que las proyecciones por ahora advierten de riesgos sobre todo al alza, esperan que la inflación empiece a moderarse a partir de verano. La fuerza con que lo haga dependerá también de los efectos que tenga la propuesta del Gobierno en Bruselas para limitar el precio del gas a 30 euros el Megavatio hora en el mercado mayorista para rebajar la factura de la luz. El Ejecutivo espera que la Comisión responda en las próximas semanas para poder poner en marcha el nuevo sistema a partir de mayo, de modo que la rebaja en los mercados mayoristas pueda trasladarse a la factura del consumidor en breve.

¿Qué coste tendrá para el Gobierno?

Los servicios de estudios difieren sobre ese cálculo. El Banco de España, no obstante, calcula que el coste para las arcas públicas podría estar entre los 12.600 y 13.500 millones de euros si en noviembre cierra los 12 meses con una tasa media de entre el 7% y el 7,5%. Eso es más de lo que se gasta la Seguridad Social un mes en pensiones contributivas.

¿Cuál es la factura actual de las pensiones?

Según el Ministerio de Seguridad Social, a 1 de enero de 2022, la nómina mensual de las prestaciones contributivas ascendía a 10.745,39 millones de euros, lo cual supone el 12% del PIB. De esos fondos, el 72,2% (7.758,14 millones) van destinados al pago de prestaciones por jubilación.

¿Qué repercusiones tiene ese mayor gasto para las arcas públicas?

La principal es un incremento del déficit público. Aunque la inflación suele facilitar el saneamiento de las arcas públicas al permitir mayores ingresos fiscales porque los productos se encarecen (y, por lo tanto, la cantidad correspondiente a impuestos), hay factores que van en contra de la Hacienda estatal. Entre otros, el Gobierno ha lanzado ayudas por 6.000 millones de euros, el crecimiento económico va a ser menor de lo esperado y el gasto en pensiones se disparará. El Banco de España cree que eso supondrá que la Administración pública el año que viene tenga un déficit superior al de este año, equivalente al 5,2% del PIB. Fuentes del Ministerio de Seguridad Social recuerdan que, aunque no sea por la inflación sino por la recuperación del empleo, en 2021 la Seguridad Social alcanzó su nivel de ingresos por cotizaciones más alto de su historia (equivalente al 11% del PIB) y que el principio del año está siendo positivo.

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