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El Santander lanza una opa de 2.000 millones sobre el 20% que no controla de la filial de consumo de EE UU

El banco compró la firma en 2006 y la sacó a Bolsa en 2014. Tras vivir épocas convulsas, es una de las divisiones de más crecimiento para el grupo

Íñigo de Barrón
Banco Santander
Ana Botín, presidenta del Banco Santander.

El 23 de enero de 2014 comenzó la historia bursátil de Santander Consumer USA (SCUSA), la filial estadounidense de consumo del Banco Santander, que ha durado siete años y medio. El banco español ha lanzado este viernes una oferta pública de adquisición (opa) sobre el 19,75% del capital que aún no controla para adquirir el 100% y sacarlo de Bolsa.

El Banco Santander considera que su oferta refleja un “valor atractivo” para los accionistas, que recibirán 39 dólares por título, lo que le exigirá un desembolso de 2.300 millones de dólares (1.941 millones de euros). Según ha comunicado la compañía, el precio incluye una prima del 7,4% respecto a su última cotización del miércoles pasado, establecido en 36,32 dólares, y del 30,4% frente a su precio medio ponderado desde el pasado 1 de enero. En 2014 su cotización de salida fue de 23,75 dólares. La entidad presidida por Ana Botín ha explicado que votará en contra de cualquier venta, fusión o transacción alternativa a la propuesta de exclusión.

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Tras Santander, los principales accionistas de Consumer USA son la gestora de fondos Fidelity (4,5%), Dimensional Fund Advisors (2,06%), Vanguard Group (1,92%) y BlackRock (1,86%), según datos de Bloomberg consultados por Europa Press.

La salida a Bolsa se hizo bajo la presidencia de Emilio Botín, cuando España atravesaba momentos difíciles por la crisis financiera de 2008, mientras que Estados Unidos ya había entrado en plena recuperación. Aquella operación le supuso al Santander plusvalías netas de 740 millones de euros. La demanda de acciones por los inversores institucionales superó en 10 veces la oferta y las acciones subieron un 5% el día del estreno bursátil.

La aventura americana empezó en 2006

La firma de financiación de automóviles en EE UU ha sido una inversión exitosa del banco, pero ha vivido altibajos por las críticas que ha recibido de los supervisores. La aventura americana del Santander empezó en 2006, con la compra del banco de Boston, denominado inicialmente Sovereing Bank. En 2008 se hizo con el 100% del capital. Ente 2014 y 2017, los supervisores les prohibieron repartir dividendos por problemas de control interno de los riesgos y deficiencias en el capital. La filial suspendió los test de estrés de 2015

En paralelo, el Santander adquirió en 2006 a HBOS (la fusión del banco Halifax y el Bank of Scotland) y los socios fundadores de la compañía el 90% del capital de Drive Financial (que en 2008 cambió su nombre a Santander Consumer USA) por 651 millones de dólares. En 2011, el banco dio entrada a socios mediante una ampliación de capital, reduciendo su participación al 65% y generando una plusvalía para el grupo de 1.000 millones de dólares como consecuencia del aumento de valor de la compañía hasta 4.000 millones.

Problemas para la filial de consumo

En 2015, cuando el banco suspendía los test de estrés y coincidiendo con la llegada de Ana Botín a la presidencia, llegaron problemas a la filial de consumo. Tuvo que rehacer las cuentas de los ejercicios 2013, 2014, 2015 y el primer trimestre de 2016, “debido a los errores identificados en cada uno de estos periodos”, si bien los fallos errores perjudicaban a los resultados de la firma. En 2016, Thomas Dundon, el que fuera presidente y primer ejecutivo de la filial del Santander, abandonó la entidad. Ahora la división de Estados Unidos es una de las más relevantes. En 2020 el banco obtuvo en este país 731 millones de euros de beneficio, el 10% del total del grupo, un aumento del 2% respecto al año anterior.

Sobre la operación anunciada este viernes, el Santander quiere reforzar los recursos propios de Santander Holdings USA, sociedad que aglutina a SCUSA y a Santander Bank (el antiguo Sovereign), hasta 2.000 millones de dólares, para apoyar los planes de crecimiento en Estados Unidos.

El presidente de la filial americana Santander Holdings USA, Timothy Ryan, afirma en un documento enviado a los supervisores del mercado —y con copia a Botín y a su homólogo en la financiera SCUSA, William Rainer— que la entidad está en disposición de ejecutar la operación rápidamente gracias al buen conocimiento de la compañía. La oferta está aún sujeta a la aprobación del consejo de administración de la financiera SCUSA y a la negociación y ejecución de la documentación definitiva de la operación.

Dada la mayoría accionarial, la entidad detalla que una comisión especial de consejeros independientes y sin intereses en la operación considerará la oferta y será la encargada de emitir una recomendación sobre ella.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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