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El Gobierno promueve el cese de Abril-Martorell al frente de Indra

Los inversores creen que la decisión responde a motivos políticos y la acción se desploma un 8%

El presidente de Indra, Fernando Abril-Martorell, durante la inauguración de un centro tecnológico especializado en Sant Joan Despí (Barcelona), en 2019.
El presidente de Indra, Fernando Abril-Martorell, durante la inauguración de un centro tecnológico especializado en Sant Joan Despí (Barcelona), en 2019.Quique García (EFE)
Ramón Muñoz

El Gobierno va a forzar el cese de Fernando Abril-Martorell como presidente de Indra tras más de seis años en el cargo y pese a la completa reestructuración que ha llevado a cabo en la compañía, que estaba en una situación financiera complicada cuando él tomó el mando en sustitución de Javier Monzón. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), dependiente del Ministerio de Hacienda y principal accionista de Indra con el 18% del capital, propondrá en el próximo consejo de administración el cese del ejecutivo y su sustitución por otra persona más afín al Gobierno de Pedro Sánchez, según informaron fuentes conocedoras de la decisión.

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La empresa tecnológica española se limitó a informar este viernes a la Comisión Nacional de Mercados de Valores (CNMV) de que “el principal accionista ha trasladado a la compañía su voluntad de promover un relevo en la presidencia, ostentada por Fernando Abril-Martorell Hernández, cuyo mandato finaliza este año, así como de su deseo de dar inicio a una nueva etapa en la presidencia de la compañía. El consejo no ha adoptado todavía ninguna decisión sobre ese posible relevo”.

“A Fernando Abril-Martorell le vencía el mandato este año, después de haber estado al frente de la compañía desde 2015”, señalaron a EL PAÍS fuentes cercanas a la SEPI. “En la empresa se abre una nueva etapa llena de oportunidades en sectores clave para el país que por su alto contenido tecnológico pueden contribuir en primera línea a la reactivación económica. En breve plazo de tiempo, el consejo de la compañía designará nuevo presidente”, añadieron las mismas fuentes.

Tras la Sepi, los principales accionistas de Indra son Corporación Financiera Alba (9,9%); el fondo FMR (9,8%); y Fidelity Low Priced Stock Fund (5,6%); con menos del 4% se sitúan Santander Asset Management, Norges, y T.Row.

Los inversores no parece que aprueben el cambio, a tenor del comportamiento de la cotización de la empresa en la Bolsa, que se desplomó el 8% tras conocerse la noticia. Los analistas valoraban la gestión de Abril-Martorell y temen que su sustituto tenga un perfil más político en lugar de técnico o financiero, como ha sucedido con los presidentes de otras sociedades públicas o tuteladas por el Estado como Red Eléctrica, Hispasat, Aena, Correos o Renfe.

Abril-Martorell tomó el relevo de la presidencia ejecutiva de Indra en enero de 2015. Sustituía a Javier Monzón, que había ocupado el cargo desde la creación de la firma en 1992. Tras tomar las riendas de la tecnológica, realizó una serie de provisiones por deterioros y operaciones fallidas que ocasionaron unas pérdidas de 687 millones de euros en las cuentas de 2015. Fernando Abril-Martorell había sido consejero delegado de PRISA (grupo editor de EL PAÍS) entre abril de 2011 y octubre de 2014. Por su parte, Javier Monzón fue presidente de PRISA desde 2019 a diciembre de 2020.

En Indra, tras las pérdidas millonarias por diversos proyectos fallidos de la empresa, Abril-Martorell presentó un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectó a 1.750 personas, al que siguió otro en 2020 en la filial Indra Soluciones TI pactado con los sindicatos para 580 trabajadores, repartidos entre 360 bajas incentivadas y 220 prejubilaciones. Paralelamente, dio un vuelco a la compañía para sanearla consiguiendo importantes contratos como el proyecto de investigación y desarrollo en el ámbito de la gestión del tránsito aéreo del Cielo Único Europeo (SESAR, por sus siglas en inglés), y la coordinación de la participación española en el futuro avión de combate europeo (FCAS).

Indra facturó 751 millones de euros en el primer trimestre de este año, un 2,2% más que en el mismo periodo del año pasado, aupada por los buenos resultados de la división de Transportes y Defensa y una mejora de los márgenes hasta el 6,9%. La cartera de la empresa ha alcanzado un máximo histórico, con 5.322 millones de euros en el primer trimestre de 2021, un crecimiento en términos interanuales del 10,9%. En 2020, perdió 65 millones por los efectos de la pandemia.

Fuentes cercanas al directivo opinan que estos méritos no han sido suficientes y que ha primado el criterio político para decidir su sustitución. Resaltan que Abril-Martorell ha mantenido una gestión independiente de las presiones políticas y centrada en la viabilidad financiera del grupo tecnológico, teniendo en cuenta que durante su presidencia ha coincidido con gobiernos apoyados por PP, PSOE, cinco presidentes de SEPI, tres ministros de Defensa y cuatro secretarios de Estado.

Fuerte caída en Bolsa

Las acciones de Indra, cotizadas en el selectivo Ibex 35, cerraron la sesión de este viernes con una caída del 7,96% tras anunciarse el cese de su presidente, Fernando Abril-Martorell. Con este desplome, de largo el mayor de la jornada en el parqué español, los títulos de la tecnológica se cambian por 7,52 euros, lejos de los 8,17 euros de cierre del jueves. En el comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en el que se anuncia el cese, la empresa retrasa hasta el 30 de junio la celebración de su junta general ordinaria.


Fe de errores

Una versión anterior de este artículo afirmaba por error que Abril-Martorell reformuló las cuentas de 2014 y 2015. La expresión se refería a una serie de provisiones, deterioros y sobrecostes que tuvo que hacer la compañía en las cuentas de 2015 y que llevó a Indra a presentar unas pérdidas de 641 millones de euros.

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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