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MásMóvil lanza una opa amistosa por Euskaltel por 2.000 millones

La compañía, que paga una prima del 27%, tiene asegurada la compra sorpresa de la firma vasca, tras meses de especulaciones sobre su interés por Vodafone

José Miguel García Hernández, consejero delegado de Euskaltel.
José Miguel García Hernández, consejero delegado de Euskaltel.
Ramón Muñoz

MásMóvil ha anunciado este domingo el lanzamiento de una oferta pública de adquisición (opa) amistosa por el 100% de las acciones de Euskaltel por un importe cercano a los 2.000 millones de euros. La operación valora a 11,17 euros cada acción de la firma vasca, lo que supone una prima del 26,8% respecto al precio medio ponderado de los títulos en los últimos seis meses y del 16% sobre la última cotización, según informó el operador en un hecho relevante a la CNMV.

Caso de ser autorizada, la opa tiene garantizado prácticamente su éxito, ya que cuenta con el respaldo “irrevocable” de Zegona, Kutxabank y Alba, los tres principales accionistas de Euskaltel, que representan el 52,32% del capital. La operación ha pillado por sorpresa al mercado tras meses de especulaciones y ríos de tinta sobre el presunto interés de MásMóvil por Vodafone, cuya integración ya daban por hecha muchos medios de comunicación pese a que ambas partes siempre negaron que estuvieran en negociaciones.

La oferta está condicionada a lograr la aceptación de al menos un 75% más una acción del capital y a que obtenga todas las autorizaciones de competencia y regulatorias oportunas. Ese listón se puede rebajar. A pesar de que no se trata de una opa de exclusión, la sociedad oferente tiene intención de promover la exclusión de negociación de las acciones de Euskaltel, que se estrenó en Bolsa en 2015 a un precio de 9,5 euros por título.

El papel de los fondos, decisivo

El papel de los fondos de inversión, principales accionistas en ambas operadoras, ha resultado fundamental en el éxito de la operación. Cinven, KKR y Providence ya se hicieron con el 100% del capital de MásMóvil tras lanzar una opa de exclusión el pasado verano por cerca de 3.000 millones de euros. Por su parte, la británica Zegona tomó en la práctica el control de Euskaltel en abril de 2019, y desplazó de la dirección de la operadora a los gestores originarios vascos. Su último movimiento fue imponer como consejero delegado de la firma a José Miguel García, el responsable del reflotamiento de Jazztel y su posterior venta a Orange. Ahora el fondo podrá recuperar su inversión, que se había disparado tras la adquisición de las asturiana Telecable y la gallega R.

MásMóvil informó en el hecho relevante que mantendrá todas las marcas del grupo vasco: las tres regionales (Euskaltel, Telecable y R) y la nacional Virgin, lanzada en mayo pasado por la operadora vasca para intentar hacerse un hueco en resto del mercado español. Sin embargo, se antojan muchas enseñas comerciales, ya que por su parte, MásMóvil cuenta con Yoigo, PepePhone, Llamaya, Lebara, Lycamobile, Hits Mobile y la propia MásMóvil, por lo que fuentes del sector no descartan una simplificación del catálogo.

Más de 6.000 millones de deuda

La gran incógnita de la operación es como enjugará su elevada deuda MásMóvil, que ya arrastraba un pasivo de en torno a los 3.000 millones de euros, a los que ahora sumará los 2.000 millones de la opa sobre Euskaltel, y los 1.455 millones que debe a su vez la operadora vasca. La opa ha sido financiada por un sindicato de bancos entre los que figuran BNP Paribas, Banco Santander, Barclays, Deutsche Bank y Goldman Sachs.

Con esta nueva operación, MásMóvil asegura que “se consolida como cuarto operador del mercado de las telecomunicaciones en España creando un proyecto industrial sólido y de crecimiento, que permitirá ampliar y complementar su presencia geográfica, para continuar liderando el crecimiento del mercado de las telecomunicaciones en España”. La suma de MásMóvil junto a Euskaltel dará lugar a un grupo con cerca de 12 millones de líneas, unos ingresos estimados de 2.700 millones de euros, 26 millones de hogares conectados con fibra, y más de 1.500 empleados.

Además, según MásMóvil, las dos compañías son muy complementarias en activos de infraestructura a nivel geográfico, ya que combinan la “focalización regional de Euskaltel con la excelente dinámica de crecimiento en todo el territorio nacional” de la operadora que dirige Meinrad Spenger, según MásMóvil.

Autorizaciones pendientes

Las principales autorizaciones que necesita la operación para salir adelante son la de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y la del Gobierno. Al tratarse del cuarto y del quinto operador de telecomunicaciones, no deber haber grandes problemas desde el punto de vista de la competencia. Si acaso, podría haber algún obstáculo en la zona norte y en particular en Euskadi, por la alta cuota de Euskaltel.

En cuanto a la autorización del Gobierno, es necesaria al tratarse de una inversión extranjera. Se trata de una decisión política, pero a su vez puede verse condicionada por la posición que adopte el PNV. Quizá por eso, MásMóvil ha adquirido compromisos para preservar el carácter vasco de Euskaltel.

Compromisos con Euskadi para vencer las resistencias políticas

Además de la aceptación de los principales accionistas de Euskaltel, MásMóvil ha adquirido una serie de compromisos para vencer las posibles resistencias políticas a la operación procedentes de Euskadi. Entre ellos está mantener la sede social y fiscal de Euskaltel y como marca por un mínimo de cinco años, según la documentación registrada ante la CNMV.

A partir de entonces y siempre que se mantenga la actual composición accionarial de MásMóvil, la modificación de estos compromisos requerirá el voto favorable del 90% del capital social de la sociedad oferente, Kaixo Telecom, filial vasca de MásMóvil que también se compromete a mantener allí su sede por cinco años.

Junto a ese blindaje del carácter vasco de Euskaltel, MásMóvil se compromete también a no ejecutar un expediente regulador de empleo (ERE) en Euskaltel durante, al menos, cinco años a contar desde la liquidación de la oferta, si bien con la salvedad de que ese compromiso y algunos otros están “sujetos a las condiciones del mercado concurrentes en cada momento”.

Además, la sociedad oferente priorizará el despliegue de su red 5G en Euskadi y promoverá actuaciones para asegurar que, con la mayor celeridad posible, los clientes del grupo Euskaltel accedan a servicios de banda ancha ultrarápida bajo tecnología FTTH (fibra). MásMóvil valorará que Euskaltel separe su red de infraestructura y la transmita a una sociedad de nueva creación, pero en ese caso la nueva sociedad también tendrá su domicilio social y fiscal en Euskadi durante un periodo de, al menos, cinco años a contar desde la liquidación de la oferta.

La sociedad oferente se compromete a no vender las acciones de Euskaltel a un tercero a un precio por acción superior al abonado en la opa en el plazo de dos años desde la liquidación de la misma. Esa restricción no será de aplicación en caso de una eventual venta o salida a Bolsa de MásMóvil.

Inicialmente, la opa está condicionada a lograr más del 75% del capital de Euskaltel, aunque ese listón se puede rebajar. Con los compromisos con Alba, Kutxabank y Zegona, MásMóvil ya tiene asegurado un 52%.

 



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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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